El que se va se lleva
su memoria,
su modo de ser río,
de ser aire,
de ser adiós y nunca”
Rosario Castellanos
“El benedictino pasó
un manojillo de plumas multicolores sobre el canto superior del libro; su
carota redonda sopló, como la del dios de los vientos en las cartas marinas
para disipar el negro polvo”. Así inicia Leonardo Sciascia, el libro El Archivo de Egipto, ambientado entre
1782 y 1798 donde narra lo que ocurre en la sociedad siciliana cuando en el Archivo
no se encuentran bases para documentar la riqueza que poseía la clase noble en
esa época. La traducción del archivo pone en jaque a la sociedad de su época.
La novela es una
delicia, pero lo es más aún, entender el papel que tienen los archivos en la
construcción de la sociedad. Actualmente la conservación y acceso al público de
los archivos del gobierno es un derecho a partir de la Ley Federal de
Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental de 2002. Sin
embargo, más allá de que la conservación de Archivos, constituya hoy un
derecho, se trata de un ejercicio de construcción de la propia sociedad.
Esto es así si se
toma en cuenta que los archivos son parte de la memoria de las instituciones
que a su vez, condensan el momento social. Si bien a nivel nacional se tienen
archivos sobre el México prehispánico, el Cabildo de la Ciudad de México, El
Archivo de la Nación, el Archivo de la Inquisición, entre otros, en Nayarit, la
actividad archivística poco o nada ha sido atendida por las instituciones que
deberían hacerlo: El gobierno del Estado, el Poder Legislativo y la Universidad
Autónoma de Nayarit.
En nuestro estado, la
primera Ley de Archivos, se debe a la iniciativa de Don Salvador Gutiérrez Contreras,
quien, cuando fue diputado, en su carácter de Presidente de la Mesa Directiva
del Congreso del Estado, su iniciativa dio origen al Decreto 3945 que contenía
la Ley de Protección y Conservación de Archivos del Estado de Nayarit,
publicada en el Periódico Oficial del Estado de Nayarit, el 17 de julio de
1957. En ese entonces, era gobernador José Limón Guzmán. Seguramente a Don
Salvador Gutiérrez Contreras no le costó mucho trabajo convencer al gobernador
de la importancia de los archivos. Conocimos su vehemencia respecto de la
historia, su empeño en conservar lo nuestro y su labor incansable para traer a
Nayarit documentos que poco se conocían. Debemos reconocer, además, su
generosidad, puesto que su sentido de la historia lo hacía compartir los hallazgos
que obtenía.
¿Qué es hoy el
sentido de la historia? Es la manera como damos significado al transcurso de la
vida más allá de la vida personal, de la vida social. La historia humana es el
resultado de interpretaciones construidas socialmente, elaboradas por quienes
elaboran preguntas sobre qué ocurrió, por qué, en qué contexto. El sentido de
la historia requiere de intérpretes que reflexionen sobre un pasado
documentado. De ahí la importancia de los archivos de papel constituidos por
documentos en diversos soportes (papel, celuloides, fotografías, cassets) y por
los archivos de la memoria: todo aquello que las personas recuerdan sobre los
acontecimientos que nos atraviesan.
Los nayaritas nos
debemos las historias que merecemos. Merecemos tener los archivos tratados de
manera profesional, ubicar dónde se encuentran los documentos para registrar
los acontecimientos, tratarlos con profesionalismo. Es cierto que tal vez no
tengamos profesionales de la archivonomía, pero también lo es que contamos con
profesionales que se han formado en bibliotecas de manera experta. Bien nos
hará dejar atrás la improvisación para iniciar una escuela de archivonomía
capaz de manejar los documentos como hoy se realiza en diversas partes del
mundo.
De 1956 a 2019 han
pasado 63 años. El mejor homenaje a Don Salvador Gutiérrez Contreras es hacer
realidad el Archivo de Nayarit: llegar a conformarmos como una comunidad con
sentido es el fondo que encierra la protección y puesta en circulación del
archivo como memoria. Hoy el Gobierno del Estado retoma la tarea pendiente de
conformar el Archivo Histórico de Nayarit como parte del ejercicio público. Esperamos
contribuir todos y todas a este ejercicio de la coenciencia: el Estado, lo que
debe hacer; la ciudadanía, las preguntas que debe formular.
Investigadora de la
Universidad Autónoma de Nayarit. Correo: lpacheco_1@yahoo.com
Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit 26 de
marzo de 2019