martes, 19 de marzo de 2024

Cuando escuchamos a las mujeres candidatas ¿qué escuchamos?

Conque, vamos, marcha a tu habitación 

y ocúpate de las labores que te son propias,

 el telar y la rueca.

 

La Odisea. Telémaco a Penélope

 

Nuestros oídos son sexistas. Con esta afirmación quiero mencionar la forma como escuchamos a las mujeres candidatas. En principio, debemos preguntarnos ¿las escuchamos? ¿quién realmente las escucha? ¿quién cree lo que escucha? Porque las mujeres candidatas están atravesadas por dos condiciones: 1) son mujeres y 2) son mujeres de la política.

 

En la primera condición debemos tomar en cuenta que en la sociedad occidental la voz de las mujeres es considerada como falsa, ya que incluye mentira, engaño. Sus armas son la seducción y el artilugio. Esto se origina desde diversos mitos, uno de los cuales es el de Adán y Eva, en el cual, Eva tiende una trampa a Adán para desobedecer el designio de Dios. Por cierto, Adán es quien habla con Dios puesto que tiene una voz legitimada para hacerlo.

 

La voz de las mujeres ha sido deslegitimada debido a que se considera que se trata de una voz infantil, una voz que nunca madura ya que no alcanza los niveles de gravedad de la voz de los hombres. Se ha considerado que es una voz no racional, puesto que está llena de emociones, indecisiones e incertidumbres. Ella habla desde un lugar de lo obscuro.

 

En la Odisea, uno de los primeros textos narrativos de Occidente, el hijo de Ulises y de Penélope, Telémaco, toma el lugar del padre en el cuidado de los asuntos de la casa, por lo que manda callar a su madre: la envía a sus habitaciones a que se dedique a las labores propias de las mujeres. Con ello, indica la supresión de la voz de las mujeres en el espacio de lo público, puesto que las voces de lo público corresponden a los varones.

 

Las mujeres tampoco han tenido una voz legitimada para la ciencia, quizá por ello, la mayor parte de los documentales científicos son narrados por voces masculinas. Las voces de las mujeres son voces que tienden al cuidado y la servidumbre: el lugar que se les ha asignado. De ahí que las voces de Alexa, de Siri, de google maps, sean de mujeres.

 

Las mujeres pueden hablar en la escena pública en cuanto víctimas, aboguen por sus hijos o por sus maridos; por el agua potable o por guarderías, Pero siempre desde ese lugar de la maternidad abnegada que se les asigna. No como ciudadanas en el asunto de todos. Pueden pedir, implorar, no exigir. (Eso lo han experimentado las madres buscadoras).

 

Recordemos también a la ninfa Eco, enamorada de Narciso. Ante la imposibilidad de que éste le correspondiera por amarse, solo, a sí mismo, fue castigada a repetir las palabras de aquel, sin que tuviera una voz propia.

 

En la segunda condición, las mujeres candidatas son mujeres de la política. Ello las ubica en un nivel de desacreditación, puesto que la política es ese lugar donde si se quiere estar se tienen que aceptar pactos no siempre éticos. Hoy la política está desacreditada; se le considera un lugar de acuerdos secretos, de corrupción, de ilegalidad.

 

Entonces, ¿cómo escuchamos a las mujeres candidatas? Las escuchamos desde la cultura sexista en que todas y todos hemos sido educados. Hemos aprendido a través de creencias, leyendas, historias, filosofías, canciones, que las mujeres han falseado, han traicionado, han engañado, han abandonado. Desde luego, se trata de construcciones patriarcales para desacreditar la palabra y los haceres de las mujeres.

 

Por eso digo que nuestros oídos son sexistas: escuchamos a las mujeres candidatas desde esos lugares de la desacreditación, del vituperio de la que actúa en público, de la que intenta construir una voz legítima que no alcanza nunca y queda atrapada como eco de las palabras masculinas.

 

Pero ahí están, hablando sus palabras. Abriendo camino a otras formas de decir.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 20 de marzo de 2024.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

jueves, 14 de marzo de 2024

El silencio del funcionariado del Estado ante el proceso electoral

El verdadero destructor de las libertades 

del pueblo es aquel que le reparte regalos,

donaciones y beneficios

 

Plutarco

 

La normatividad actual impide publicitar las acciones del Estado durante 90 días durante el periodo electoral. Esta obligación para el funcionariado de los tres órdenes de gobierno se encuentra establecida en los artículos 134 y 41 (Base III, Apartado C) de la Constitución Política mexicana. El sentido de esta disposición se refiere a que la publicitación de acciones del Estado puede constituir propaganda a favor del partido político que gobierna o del funcionario/a quien la realiza.

 

El impedimento abarca la inclusión de nombre, imágenes, voces o símbolos que puedan asociarse a algún servidor público en particular, lo cual se puede convertir en promoción personalizada. La restricción, a su vez, obliga a aplicar con imparcialidad los recursos públicos.

 

El impedimento a que el funcionariado emita comunicados durante el periodo electoral, ¿está en contra del derecho a la libertad de expresión? De ninguna manera, porque la libertad de expresión es un principio constitucional que establece la libertad de un individuo o de los colectivos para expresar sus opiniones o ideas sin temor a represalias, censuras o sanción. De hecho y de derecho, la libertad de expresión forma parte del conjunto de derechos necesarios para la práctica de la democracia. Sin embargo, en el caso del funcionariado, la expresión de mensajes relacionados con su quehacer público puede llevar a realizar promoción personalizada a favor de una persona, y también, a que pueda ser leída como el logro de un partido político.

 

La excepción son los asuntos relacionados con la salud, la educación y desde luego, a los casos de emergencia.

 

Se trata de responsabilidades del funcionariado, no de excepción al derecho a la libertad de expresión, como lo ha aclarado el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a través de la magistrada presidenta Mónica Soto.

 

¿Influye la veda electoral para el funcionariado en la emisión del voto de la ciudadanía?  No lo sabemos con exactitud, pero lo que sí sabemos es que tanto las leyes como las decisiones del INE y el TEPJF tratan de establecer nuevos escenarios para la práctica de la democracia, donde los que gobiernan, no tengan más ventajas que quienes compiten desde otras posturas políticas.   

 

Recuerdo que, en Nayarit, entidad donde vivo, en el sexenio 2005-2011, se entregaban despensas a la población en cajas de cartón donde estaba impresa la fotografía del gobernador en turno, así como su lema de campaña, la cual la siguió usando durante el sexenio. Ante estos abusos del poder, es la normatividad quien puede establecer límites a este tipo de gobernantes.

 

¿Por qué se asocia la entrega de despensas, becas, realización de obras a la magnanimidad del gobernante y no a acciones de gobierno? Porque los gobernantes quieren hacer creer que se debe a su generosidad, ese otorgamiento.

Para gran parte de la población es difícil disociar la entrega de beneficios de la persona que los otorga, ya que vivimos en un ambiente donde poco reflexionamos sobre el hecho de que se trata de recursos públicos, -impuestos que usted y yo pagamos-, los que usa el gobernante como dinero propio. Ningún gobernador, presidente municipal, senador, diputado o regidor vende sus propiedades para solventar los asuntos públicos, por el contrario, aumentan su patrimonio durante el cargo que ostentan.  

 

Aquí quiero mencionar la diferencia con los gobernantes tradicionales de los grupos wixaritaria y nayery de la sierra del Nayar. Cuando se elige a los gobernantes tradicionales, generalmente se escoge a aquel que pueda solventar los gastos relacionados con el cargo: las fiestas de la costumbre, las gestiones ante el gobierno mestizo, etc. De tal manera que son los integrantes del gobierno tradicional quienes hacen uso de su propio patrimonio para llevar a cabo los asuntos de la comunidad, dado que no reciben dinero para ello ni sueldo. Ello ocasiona que al término del año de la gestión que dura el mandato, los integrantes del gobierno tradicional (gobernador primero, gobernador segundo, topiles, marakame, etc.) estén más empobrecidos y endeudados respecto de como entraron. Son mandatos de servicio.

 

Por el contrario, en el gobierno mestizo sabemos que, al término de su mandato, los funcionarios tendrán una fortuna diferente a la que tenían cuando entraron al cargo. De ahí que generalmente estamos eligiendo a quienes nos saquearán elección tras elección ya que no se ha podido poner un freno a este tipo de despojo a pesar a las leyes de transparencia.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 14 de marzo de 2024.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

 

jueves, 7 de marzo de 2024

El mundo se enriquece con el talento de “nosotras”

Me llevó mucho tiempo desarrollar una voz 

y ahora que la tengo,

 no me voy a quedar callada

 

Madeleine Albright

 

Una cierta cantidad de mujeres ocupa puestos de decisión al interior de las universidades, en los distintos órdenes de gobierno, en la empresa privada y en las organizaciones de la sociedad civil. Seguras de sí mismas, toman decisiones; lideran grupos de trabajo, conducen proyectos.

 

Es necesario reconocer el enriquecimiento de las organizaciones al contar con gestoras, planeadoras y ejecutoras ya que las mujeres en los puestos de decisión desarrollan capacidades que ya habían adquirido en otros ámbitos, pero que son amplificados en los cargos en cuestión. Las líderes utilizan diversos ingredientes para ejercer sus puestos como la conciliación, la creación de consensos, el liderazgo dirigido a logros, las decisiones prácticas, la seguridad de organizar grupos y conducirlos.

 

Las mujeres han resignificado el liderazgo porque han inventado nuevas formas de conducir, en gran parte, alejadas de liderazgos verticales-tradicionales para consensar en lugar de ordenar. Los liderazgos de las mujeres han tenido que convencer sobre la legitimidad de que sean las mujeres quienes ocupen cargos de dirección. Desde este punto de vista, abren el mundo de lo cerrado, de lo no posible, de lo no imaginado. Por ello, han abierto camino para las mujeres de las siguientes generaciones, pero, sobre todo, han resquebrajado el sentido común del mando masculino para dar cabida a la legitimidad del liderazgo de mujeres al crear el imaginario de las mujeres líderes y su práctica real.

 

En una entrevista, una rectora de América Latina, relataba que la conciliación y la creación de consensos horizontales eran la base de su liderazgo. Sin embargo, ante quienes se resistían a trabajar bajo el mando de una mujer, no le quedaba otra opción que ser ejecutiva: enviar órdenes por escrito y sancionar si no se ejecutaban, de acuerdo a la normatividad.

 

Las mujeres líderes crean capacidades para otras mujeres porque abren el abanico de participación de quienes se hubieran quedado en puestos de la tradición. Desarrollan capacidades de éxito para su generación y para la siguiente. Las mujeres líderes miran al mundo desde un piso político propio, marcado por la desigualdad, es cierto; pero una desigualdad consciente y con miras a eliminar.  Además, las mujeres en el poder, forman equipos de trabajo con otras mujeres.

 

Las mujeres todavía estamos subrepresentadas en diversos ámbitos. En el mundo de los negocios, solo el 38% de los puestos de alta dirección son ocupados por mujeres, de acuerdo a “Mujeres en los negocios” (Grant Thornton, 2023).

 

En las universidades públicas autónomas, existen siete rectoras de un total de 32: Dra. Margarita Teresa de Jesús García Gasca, en la Universidad Autónoma de Querétaro; Dra. Sandra Martha Laffon Leal, en la Universidad Autónoma del Carmen; Dra. María Lilia Cedillo Ramírez, en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; Dra. Norma Liliana Galván Meza, en la Universidad Autónoma de Nayarit; Dra. Sandra Yesenia Pinzón Castro, en la Universidad Autónoma de Aguascalientes; Dra. María Rita Plancarte Martínez, en la Universidad de Sonora;  Dra. Yarabí Avila González en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; Dra. Natalia Florentini Cañedo en la Universidad Autónoma de Quintana Roo; Dra. Claudia Susana Gómez López en la Universidad de Guanajuato.


Las mujeres líderes rompen el estereotipo de que las mujeres solo están destinadas a la creación de la vida humana, la obediencia y los cuidados. Por el contrario, toman decisiones en diversos ámbitos para construir democracias más complejas, más incluyentes y con ello, contribuyen a otra forma de entender la humanidad desde las mujeres. Sin duda, esto marca un cambio civilizatorio puesto que, en la ideología tradicional, las mujeres estaban conceptualizadas como esclavas, sirvientas, siervas, esposas abnegadas, madres sumisas: mujeres sin capacidad de decisión, dependientes de otros, sin proyecto de vida diferente a la conyugalidad y la maternidad como destino.

 

Por ello, el mundo se enriquece con los liderazgos de “nosotras”, este colectivo cuya visibilidad vemos en las marchas del 8 de marzo a lo largo del mundo; que persiste en cada acción que las mujeres toman en los ámbitos de decisión de lo público, ese espacio que no es natural, sino que es el espacio de lo histórico/social donde nos reconocemos como la clase social de las mujeres.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 7 de marzo de 2024.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx