lunes, 24 de julio de 2023

Las candidatas a reina de la Feria del elote de Jala, Nayarit

Llevamos la vida en la vida

somos las mujeres mazorca

las mujeres nixtamal

las mujeres.

 

Aquí, en Jala, amanece la sombra de las casas señoriales y poco, a poco, se van desvaneciendo hasta que la mañana se vuelve mediodía.  En el pueblo espejo de Jomulco, surgen las casas de los campesinos que, fieles al viento, levantan los surcos para que el 15 de agosto los elotes sonrían como si fueran pasaportes a la vida vivida.

 

Después de la tormenta sientes que aquí puedes vivir para la eternidad porque aquí están guardados los recuerdos de las madres, de las madres de las madres; de los padres. La tormenta cayó fuerte. “fueron tres tormentas en una”, me dijo un señor que pasaba: “la primera vino silenciosa; la segunda fue la de los rayos; la tercera traía viento”. Yo lo dejé que siguiera en sus crujidos porque no sabía si hablaba conmigo, con el hueco de las bardas o con los perros de la calle.

 

Todavía susurraba el agua de la tormenta entre las piedras y el piso de ceniza. Un hilo de luz nos seguía cuando íbamos saltando por un caminito abierto entre las corrientes. El señor siguió en su palabrerío, en tanto que yo volví sobre mis pisadas para retornar a la plaza. Los perros se fueron por el callejón de los arrayanes.

 

Frente a la presidencia municipal empezaron a colocar el templete donde se llevaría a cabo la presentación de las candidatas a reina del elote de este año. La decoración blanca, con su luna y su sol; con las efigies blancas romanas, anunciaban el espectáculo nocturno. Porque la presentación se programó para las 9:30 de la noche, un horario destinado a redes sociales con muy poco público presencial: prácticamente solo los familiares de las candidatas y quienes integraban el jurado: el cabildo del municipio más las reinas electas de localidades vecinas como Ixtlán del Río.

 

Todo esto que oyes, todo esto que pisas está destinado a perecer: es un templete por el que pasarás, por el que serás vista para, después, ser reemplaza por otra; mientras tanto, alguien te dice: “es tu turno”. Cierras los ojos para ver más allá, donde se ve el entrecruce de las nubes; así no ves los ojos de toda la gente que vive sobre la tierra y te mira.

 

Por la noche, inicia el evento al mismo tiempo que la lluvia. Desfilan las siete candidatas de este año, con idéntico atuendo que va del cuello, al inicio de las piernas. Parece un concurso de piernas porque son las que quedan a la vista del público; el cuerpo entallado, los pies enzapatillados al estilo Barbie. Bailan la coreografía que las hace lucir el tiempo pasado en los ensayos. Muy lejos estamos de los concursos estilo “la flor más bella del ejido” porque todas están “producidas” con similares peinados, los mismos maquillajes, idéntico estilo de caminar.

 

Las personas siguen aquí con paraguas, con bolsas negras; todo aquello que les permite guarecerse de la lluvia. Se oyen las porras de los apoyos. Vemos el reflejo de las estrellas en los remansos del agua que cae.

 

Después, cada candidata hace su presentación. Detrás del escenario, rayos de luces disparan a la noche; mientras, las pantallas y los adornos de neón nos seducen. Conocemos las voces de las jóvenes de 18, de 22, de 19 años, quienes alaban los secretos del municipio, la catedral de cantera, las fumarolas del volcán Ceboruco, guardían del pueblo. Todas estudian, tienen un posicionamiento para conservar la gastronomía y las costumbres. Todas quieren ser reinas y embajadoras de la cultura.

 

Termina el espectáculo. Todavía ninguna es reina; solo se presentaron ante el jurado; fueron vistas en internet por los hijos ausentes, por quienes siguieron la transmisión desde sus casas. Será el siguiente sábado, cuando termine el concurso con el vestido de noche y el traje de baño.

 

La Feria del Elote de Jala, Nayarit tendrá su reina, ese símbolo de fertilidad que portan las mujeres jóvenes en todas las culturas agrícolas. Aunque parezca un evento social que sigue el glamour de los tiempos, el principio femenino se alza desde el centro de la tierra.

 

En tanto, en el llano, la milpa palpita en la tormenta que vuelve.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 25 julio de 2023.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

 

martes, 18 de julio de 2023

Pensar y mirar el circo

 Llevamos el circo en la sangre

Carlos Ruiz Zafón. La sombra del viento

 

Antes, íbamos al circo; actualmente, el circo viene a nosotras. Los conceptos de espacio escénico han cambiado por lo que hoy podemos pensar con Certau (La invención de lo cotidiano 1. Artes de hacer, 1990) que el espacio es ese lugar transitado de forma dinámica. De esta manera, el circo se encuentra en la cotidianidad puesto que gran parte del país se ha convertido en una enorme carpa donde transcurren los actos circenses.

 

En el circo actual tenemos trapecistas; verdaderos maestros capaces de dar saltos mortales de un columpio a otro, aunque sean de diferentes colores. Nunca van solos, sino que su equipo se asegura de que el maestro caiga parado para, inmediatamente, ir tras él. También tenemos a quienes hacen funambulismo, ese espectáculo que particularmente nos emocionaba cuando éramos pequeñas: caminar por la cuerda floja es una verdadera hazaña porque no se sabe cuándo se dará un paso en falso y ¡zas! se puede romper una pierna y el futuro se cerrará.

 

Me gustan mucho los payasos; son un capital inagotable de risas, a pesar de ellos mismos. Los que más me hacen reír son aquellos que no tienen conciencia de ser payasos: no van disfrazados como tal con su nariz de pelotita roja, pero su esencia es esa. Los podemos ver abriendo la sesión de la carpa con cualquiera de sus frases, apurándose para ganar el aplauso fácil, tropezando; hablan de los otros payasos como si fueran ellos mismos. Se equivocan cuando buscan la puerta para entrar, aunque sepamos que se van a ir, que saldrán pronto de las pistas; lástima que no recojan el confeti, la basura que tiraron.

 

A veces se mueren los elefantes. En un circo que pasó por la ciudad donde vivo, recientemente murió el elefante más viejo. Todos los integrantes se pusieron tristes, dijeron loas en su honor; incluso, guardaron sus colmillos como recuerdo. Como en todos los duelos, no dijeron que temían sus pisadas pues arrasaba con lo que encontraba. Tampoco quisieron recordar cuando casi tira la carpa por sus enojos o cuando bastaba mirarlo a los ojos para saber por donde refulgiría. Por su longevidad de elefante vio morir gorilas, osos, caballos de carreras, orangutanes, perritos de acrobacia, ponis, pulgas amaestradas. El dueño del circo le dedicó unas palabras de afecto, pero sonaron a que se quitaba un lastre: hacía mucho tiempo que ni lo volteaba a ver. Hasta yo tuve que reconocer que la historia de ese circo ha estado vinculada a la vida biológica del elefante: estaba antes que los espectadores actuales nacieran, por lo que impuso el ritmo al periodo que pasó y al que actualmente vivimos.

 

Yo vi a un domador meter su cabeza en la boca del león. Después supe que a esos leones los llevan bien alimentados a los espectáculos y lo más probable, es que les quiten los dientes. Yo no sé qué ocurre ahora ya que están prohibidos los animales en los circos. Entonces, ¿qué hacen los domadores de fieras?

 

Cuando íbamos a los circos de tres pistas, el espectáculo no nos daba tregua: terminaba un acto en una pista, mientras en la otra iniciaba el siguiente; nos dábamos cuenta de que en la tercera pista levantaban los trapecios porque la continuidad era básica para mantener la atención del público. En el circo de hoy predomina la superabundancia de acontecimientos, la superabundacia espacial y la individualización de las referencias, como teoriza Augé (2000. Los no lugares: espacios del anonimato: una antropología de la sobremodernidad) esto significa que ocurren muchas acciones circenses en más de cinco pistas, pero ahora son simultáneas; no una después de la otra. Además, cada una está cargada de su propio significado; ocurren en lugares lejanos que se vuelven cercanos por virtud de las redes sociales en que el circo se transmite desde temprano; y cada una, refiere a un o una protagonista exigente de que lo miren hasta la desesperación.

 

Cada vez, más frecuentemente, llaman por teléfono para preguntar qué acto me gusta más y qué cirquero. A veces tengo la tentación de colgar sin contestar, pero pienso que se trata de aplausos que se cuentan, y no, como debiera ocurrir con los aplausos: actos pasajeros destinados a terminarse en el momento que se aplaude y nada más.

 

Me desconcierta este aplauso que se congela en cifras y que puede hacer cambiar al propio circo.

 

¿Cómo pensar el circo hoy? Es un espectáculo de sensación donde dejamos de pensar. ¡Ah, los circos con sus desfiles, sus disfraces, sus fanfarrias: las falsas luces!

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 18 julio de 2023.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

 

lunes, 10 de julio de 2023

Porfirio Muñoz Ledo y la sucesión gubernamental de 1975 en Nayarit

El mal que los hombres hacen les sobrevive;

el bien es a menudo enterrado con sus huesos.

 

W. Shakespeare. Julio César

 

La inteligencia política de Porfirio Muñoz Ledo (PML) dejó una marca en el sistema político mexicano. Fue un político que estuvo en el centro de los cambios durante el final del siglo XX y principios del XXI. Formado en la escuela del PRI, fue su dirigente nacional de 1975 a 1976. También fue Secretario General del Trabajo, Secretario de Educación Pública, diputado federal, senador, dirigente nacional del PRD, Presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, etc.

 

Aquí me quiero referir al papel que jugó PML en la sucesión gubernamental de Nayarit de 1975. Las elecciones para renovar la gubernatura de Nayarit se efectuaron el 9 de noviembre de 1975, las cuales atrajeron la atención nacional debido a que el candidato del PRI era el Coronel Rogelio Flores Curiel, quien había sido señalado como parte de los responsables de la agresión a estudiantes el 10 de junio de 1971, cuando era Jefe de Policía del Gobierno del Distrito Federal, en lo que se conoció como la agresión de “los halcones”, grupo paramilitar entrenado para hacer frente a movilizaciones populares.

 

Por su parte, el Partido Popular Sociales (PPS) había obtenido la presidencia municipal para un líder popular y carismático, con fuerte presencia local como Alejandro Gascón Mercado (AGM) para el periodo 1972-1975. En las elecciones para contender a la gubernatura, AGM se convirtió en el primer candidato que podía ganar la gubernatura ante el candidato del PRI, partido hegemónico en el país, pero que a nivel regional empezó a tener debilidades que avizoraban una nueva conformación de fuerzas debido a la falta de democratización del sistema político.

 

Ello significaba empezar la alternancia de la democracia mexicana por la vía de un partido que en su nombre llevaba “socialista”. Apenas, 13 años atrás, había triunfado la Revolución socialista en Cuba (1959), y los vientos del cambio apuntaban a ese modelo como alternancia mundial.

 

El 9 de noviembre las elecciones favorecieron a AGM, lo cual ha sido documentado por diversos escritores, entre ellos Miguel Ángel Granados Chapa (1941-20211), Miguel González Ibarra, Carlos Rea Rodríguez, Salvador Castañeda O´Connor (1931-2019). El PRI cometió fraude electoral a través de robo de urnas y diversas estrategias, de tal manera que el PRI reconoció 50 mil votos para AGM y 70 mil para el PRI. El PPS tomó la plaza de Tepic, para reclamar su triunfo, por lo que AGM y su equipo fueron citados en la Secretaría de Gobernación del Distrito Federal para resolver el problema.

 

Ante la negativa de AGM de reconocer la derrota del PPS y el triunfo del PRI, se realizó una negociación de cúpula: Porfirio Muñoz Ledo, dirigente nacional del PRI, negoció con Jorge Cruickshank García, dirigente nacional del PPS, el reconocimiento del triunfo del PRI en las elecciones de Nayarit, a espaldas de AGM y su equipo. La negociación llevó a Jorge Cruickshank García a ser senador por Oaxaca en 1976.

 

Una década después, Porfirio Muñoz Ledo, Cuauhtémoc Cárdenas e Ifigenia Martínez, protagonizaron el rompimiento más grande que ha tenido el PRI en su historia, puesto que fundaron la Corriente Democrática que más tarde se convertiría en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), de donde fue su dirigente nacional.

 

Como vemos, en la década de los setenta, Porfirio Muñoz Ledo defendió la antidemocracia del PRI ante el triunfo de la oposición socialista de la gubernatura de Nayarit, que realmente estaba lejos de significar un peligro para la hegemonía nacional del partido único. En la década de los ochenta salió de ese partido cuestionando las formas antidemocráticas que ocurrían en su interior, sobre todo, para designar al candidato presidencial que siempre dependió de la voluntad del ejecutivo federal. El reclamo de la Corriente Democrática, se fundaba en que el PRI había abandonado los principios nacionalistas para adoptar el neoliberalismo.

 

Es cierto, pedir congruencia a los políticos es casi como pedirles que no sean políticos. En la elección nayarita, se comportó como un hombre de estado, para que el sistema político siguiera intacto.

 

Tal vez, “no había condiciones” para transitar a la democracia mexicana en los setenta, por la vía “socialista” que propugnaba el PPS, dado el endurecimiento de las políticas norteamericanas de control para todo el continente latinoamericano a partir del triunfo de la Unidad Popular en Chile en 1970, con Salvador Allende cuyo proyecto era instaurar el socialismo por la vía democrática. 


¿Qué pasó entre 1972 cuando se reconoció el triunfo de un partido socialista para gobernar el municipio de Tepic y 1975 cuando no se reconoció el triunfo de ese mismo partido para la gubernatura?

 

Lo que ocurrió fue el golpe de estado en Chile en septiembre de 1973, lo que, sin duda, alertó a la clase política mexicana sobre el riesgo de una invasión a Nayarit, ubicado a escasos dos mil kilómetros de la frontera con EU. El gigante del norte había intervenido en Santiago de Chile, ubicado a más de 10 mil kilómetros, por lo que se consideraban muy posible una intervención en Nayarit.

 

Esta es una posible hipótesis de lo que ocurrió.

 

Porfirio Muñoz Ledo fue un político de Estado que estuvo en los momentos cruciales del sistema político, tanto para sostener un régimen autoritario en su apogeo, como para plantearle desafíos para su transformación. Para Nayarit fue un actor fundamental para mantener un viejo y anquilosado sistema político que, finalmente, tuvo que levantarse y echar a andar.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 10 julio de 2023.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

 

domingo, 9 de julio de 2023

Adiós al corporativismo

Una palabra está muerta cuando se la pronuncia

dicen algunos-

Yo digo que a vivir recién empieza ese día.

 

Emily Dickinson

 

¿Por qué cada vez son menos necesarios los corporativismos en México? Recordemos que el corporativismo mexicano fue la manera de organizar el control político, por lo que se agrupó a los campesinos en la Confederación Nacional Campesina (CNC); a los obreros en la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y al resto de profesionistas en la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP). Estos grandes corporativismos fueron la base del sistema político mexicano que durante largo tiempo garantizó al Estado, el control de las masas y a las masas, les garantizaba protección y prestación de servicios, como la seguridad social, la jubilación, etc. Este corporativismo fue necesario para esa etapa de la consolidación del Estado mexicano. Creó líderes con poder, dinero, autonomía y desde luego, impunidad: los grandes monstruos de la antidemocracia.

 

A nivel estatal, los corporativismos fueron replicados y así encontramos, por ejemplo, los sindicatos de Estados y municipios; las federaciones de estudiantes en las universidades, el sindicato del magisterio, etc. El modelo daba resultado porque se priorizaba el control para ganar elecciones.

 

En la década de los noventa este corporativismo empezó a hacer crisis porque significaba un lastre para el Estado que necesitaba modernizarse tanto en lo económico como en lo político. ¿Qué hacer con estos corporativismos? Por una parte, el Estado los necesitaba para garantizar el triunfo en las elecciones, pero por otro lado eran obsoletos para reformar el sistema económico y democrático mexicano.

 

El desmantelamiento de los corporativismos ocurrió por diversas vías, aquí solo me referiré a una, a la relacionada con la relación capital-trabajo. La incorporación a los corporativismos se realizaba a través del trabajo asalariado, sin embargo, cada vez más, la inserción al mercado de trabajo ocurrió -y sigue ocurriendo- a través de vínculos no salariales y, cuando son salariales, cada vez son más precarios.

 

La nueva forma de conformar la base social electoral del sistema político ocurrió sin mediar la relación salarial. Aquí me quiero referir a la conformación de una base social electoral por parte del Estado consistente en la relación con cada persona individual, a través de vínculos monetarios.

 

La forma de llevar a cabo esa relación es a través de programas sociales que priorizan la individualización de los apoyos dinerarios. En México, de acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) se instrumentalizan 65 programas sociales entre los que se tienen: Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores; Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez; Sembrando Vida (apoyo a productores del campo); Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez; Jóvenes Construyendo el Futuro; Jóvenes Escribiendo el Futuro; Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras, etc.

 

Actualmente los corporativismos están siendo desmantelados porque ya no son la base del sistema político mexicano, su lugar lo ha tomado una nueva base a través de los programas compensatorios de la pobreza que iniciaron hace más de diez años, pero que han alcanzado su cúspide en el sexenio actual.

 

¿De dónde provienen los recursos monetarios para sostener los programas sociales? Sin duda del excedente social reflejado en el presupuesto público. La disputa por el destino de ese excedente ocurre entre una sociedad que reclama que ese excedente se destine para proveer bienes sociales, construir infraestructura comunitaria, etc., y el capital, que reclama que ese excedente se destine para pagar deuda pública y establecer mejores condiciones para que el capital tenga mayores beneficios.

 

Es cierto, los programas sociales son una forma de distribuir el dinero en lugar de ser acumulado por funcionarios para uso personal. Sin duda, distribuir pequeñas cantidades de dinero a muchas personas multiplica su alcance. Aunque las cifras de los beneficiarios de los programas sociales son causa de disputa, su alcance oscila entre 35% de hogares, de acuerdo a estudios académicos, al 50% de los hogares según datos del gobierno. De cualquier manera, el gobierno afirma que los programas sociales benefician a 30 millones de personas en México, cifra superior a cualquier corporativismo.

 

Por ello, los corporativismos han dejado de ser útiles para el control político. El actual sistema político ya no necesita la mediación de las corporaciones porque se ha construido una relación directa del individuo con el Estado a través de una relación monetaria. Y esto rompe los corporativismos. Los líderes son perseguidos, enjuiciados, encarcelados. Las corporaciones quedan como cascarones vacíos que ya no otorgan protección ni garantizan prestaciones. Lo relación del ciudadano con el Estado ocurre el día que depositan el apoyo.

 

La sociedad mexicana ha cambiado, pero ninguno de los dos sistemas, ni el corporativo ni el basado en programas sociales, construye ciudadanía. Esto sigue siendo una deuda del sistema político mexicano, una deuda de la democracia mexicana: construir una ciudadanía capaz de no estar mediada por líderes y tampoco depender del dinero destinado a la compensación de la pobreza. No se ve que, en el futuro inmediato, ello vaya a cambiar.

 

La prueba de la conformación de esta nueva clase social, se verá en las elecciones del 2024.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 5 julio de 2023.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx