sábado, 15 de noviembre de 2025

Así se gestó la autonomía en la Universidad de Nayarit

Y donde caes están los viejos sitios 

y a cada sitio les das tres gotas de sangre.

 

Ingeborg Bachmann

 

Hace cincuenta años, el domingo 9 de noviembre de 1975 se celebraron elecciones para renovar la gubernatura. Por una parte, estaba el candidato Alejandro Gascón Mercado, del Partido Popular Socialista que había ganado la presidencia municipal de Tepic en 1972 y, por otra parte, el coronel Rogelio Flores Curiel, candidato del PRI, cuyo mérito consistía en haber sido Jefe de la Policía del Departamento del Distrito Federal, (hoy Gobierno de la Ciudad de México) y señalado como uno de los responsables de la matanza de estudiantes del 10 de junio de 1971, puesto que a su amparo se había entrenado el grupo paramiliar “Los Halcones”, agresores de los estudiantes.

 

Esta elección fue cuidada por el ejército, esto significa que se gestó uno de los mayores fraudes en la historia política de Nayarit. Alejandro Gascón Mercado fue oficialmente declarado perdedor, por lo que el primero de enero de 1976 empezaría la gubernatura de Rogelio Flores Curiel.

 

Menciono esto no solamente como un hecho histórico de lo que sucedió en aquella época, sino porque ello tuvo consecuencias muy importantes para la Universidad de Nayarit. Recordemos que la universidad fue fundada como universidad de estado en 1979, por lo que el rector era designado por el gobernador. De ahí que a partir de los señalamientos realizados contra el coronel Rogelio Flores Curiel como responsable de la matanza de universitarios en 1971, quienes, en ese entonces, estábamos en la universidad, nos organizamos desde diversos frentes, para solicitar al Congreso del Estado la autonomía. Con ello se quería evitar que el coronel fuese la autoridad más alta de la UNI-NAY. El gobernador era Roberto Gómez Reyes.

 

Los universitarios habían impedido que el coronel entrara a la UNI-NAY a hacer campaña política. El argumento era que la universidad era no partidaria ni era un distrito electoral. Pero, se suponía que como la universidad era una dependencia del estado, podía entrar a ella; sin embargo, no se le permitió hacerlo. La postura de los universitarios contra el coronel ya se había manifestado cuando José López Portillo, candidato del PRI a la presidencia de la república, quiso entrar a la UNI-NAY a hacer campaña y con él, el candidato a la gubernatura Rogelio Flores Curiel. El rector, Ricardo Vidal Manzo, declaró que sí podía entrar López Portillo a la UNI-NAY, pero no, Flores Curiel (Diario del Pacífico, 23 de octubre de 1975), el argumento consistía en que, para evitar altercados, el encuentro entre candidato presidencial y universitarios se proponía que no se realizara dentro de los terrenos de la Ciudad de la Cultura.

 

Para evitar que ambos candidatos entraran a la UNI-NAY, los estudiantes bloquearon el boulevard Tepic-Xalisco durante el paso del candidato presidencial frente a las instalaciones universitarias.

 

Inició, entonces una lucha por la autonomía, una autonomía que fue otorgada el 24 de diciembre de 1975, justamente para evitar que el coronel Rogelio Flores Curiel fuera la autoridad máxima de la casa de estudios.

 

Parece que cincuenta años están muy lejos y puede parecer que la autonomía ocurrió sin problema, como un trámite administrativo, pero no fue así porque este movimiento abrió un compás de violencia contra la Universidad Autónoma de Nayarit que se prolongó hasta 1980. Recordemos que de 1976 a 1979 la UAN estuvo signada por la violencia desatada desde la gubernatura, la que al final de cuenta dio como resultado la muerte de tres trabajadores administrativos.

 

Quiero decir que las organizaciones universitarias de aquella época tuvieron actuaciones diferentes. La Federación de Catedráticos (FECUN) que agrupaba a los docentes de aquella época, eran abiertamente partidarios del PRI y, por lo tanto, del coronel Flores Curiel; los estudiantes organizados en la FEUN, liderada por Ramón Rosas Olvera, había manifestado “Doy mi cabeza si entra Flores Curiel a la Universidad”, ya que el intento de entrar a la UNI-NAY la consideraba una provocación (Diario del Pacífico, 25 de octubre de 1975). Por su parte, no existía un sindicato de trabajadores de la universidad puesto que quienes realizaban los trabajos manuales y administrativos eran trabajadores del Estado.

 

La lucha por la autonomía inició en 1975, pero los siguientes años pueden considerarse los años de la consolidación de la autonomía. A partir del 1º. de enero de 1976 se abrió un compás de violencia contra la universidad que al final de cuentas dio como resultado la muerte de tres trabajadores. Quiero decir que fueron trabajadores administrativos quienes pusieron sus cuerpos ante esta violencia.

 

La violencia que se impuso a la universidad le impedía trabajar cuando ni siquiera había cumplido diez años de su creación, de tal manera que se empezó a hablar de su cierre. Ante la violencia que no cesaba, tuvo que intervenir el gobierno federal en 1980 dados los hechos de sangre protagonizados el 20 de febrero de 1979, así como de las continuas acusaciones y amenazas a integrantes de la universidad.

 

Estudiantes, hombres y mujeres vieron retrasada su carrera profesional; diversos profesores se tuvieron que ausentar de la entidad. Todo ello, como parte del saldo de la violencia que se impuso en esa época.

 

Me parece que nuestro deber es recordar, porque los actos de memoria nos dicen qué otras personas estuvieron aquí, luchando por lo que ahora es la universidad; qué pasos recorrieron estos pasillos; qué voces se escucharon en estas aulas; qué proyectos fueron suspendidos. Sobre todo, el gran esfuerzo para construir una universidad como un lugar para pensar, para actuar, para hacer comunidad. Una universidad para reflexionar sobre todos los futuros posibles para todas las personas.  

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 15 de noviembre de 2025.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

 

 

sábado, 8 de noviembre de 2025

¿Qué máscara sirve para morir?

¿Quién nos conformó así

que hagamos lo que hagamos,

tenemos siempre la actitud de quien se va?

Como el que sobre la última colina,

desde donde se divisa todo el valle,

una vez más, se vuelve, se detiene y rezaga,

Así vivimos,

despidiéndonos siempre.

 

Rainer María Rilke. Octava Elegía

 

¿Qué máscara sirve para morir? Todo el afán del conocimiento humano, de las especulaciones filosóficas, de la melodía poética, de la fe religiosa tienen como finalidad desentrañar la muerte.

 

Vamos hacia ella con los ojos abiertos, enceguecidos por el aquí y el ahora, por las luces de neón del presente que pasa. Entretenidas en el encaje del vestido, los caballos de raza, las galaxias remotas, las monedas de cuño y la casa.

 

Una minúscula criatura, la hormiga roja, tiene ante sí el paisaje sin muerte. Tal vez tampoco vea el paisaje, sólo el pequeño espacio en que camina nerviosa. La hormiga, el pájaro, el colibrí ven siempre el presente a salvo de dioses, de ángeles y de melancolía.

 

Pero los seres humanos vemos como peces sonámbulos desde el lugar de adentro donde se fragua la muerte. Caminamos hacia ella sin que nadie se detenga, sin que nada nos lo impida. Irreversible en su mandato, todas las razones se encuentran de su lado y todos los miedos y todos los instintos y las rabias.

 

Las máscaras que hemos construido para vivir no sirven para morir. Debemos entrar con el rostro profundo de lo que somos, sin nombre ni bandera; ni padres ni madres; ni hijas ni amantes. Ni voz ni aullido.

 

La muerte es lo desconocido sin falsos atractivos. Todas las palabras del después, toda la imaginación y el deseo inagotable de la promesa, toda la fantasía de reinos luminosos, de infiernos de hierro, de jardines majestuosos, de estrellas y de abismos, detienen la salida, oxidan la cordura.

 

La muerte, incendia los instintos. Los rebela en su límite de soplo, de viento que pasa, petrificada cabellera del espanto.

 

Nos habita el silencio y el vacío. Cesa el canto y el beso; cesa la danza y el llanto. Cesa mi semejante.

 

Termino con este poema de mi autoría en un libro que se llama No hay puertas para la huída:

Corazón obscuro

 

Una no se levanta todos los días con el corazón obscuro

buscando palabras para mover los árboles, la hierba trepadora del infortunio.

Una no avizora el alimento de los buitres hasta que duerme el rayo

se quiebran las ramas del cielo, la risa en los jardines.

 

¿Tiene el mundo alguna ley de lo que hemos sido?

Al nacer no traemos ningún vestido, ningún adorno o anuncio

La más pequeña criatura alada de las obscuridades

sobreviviente en las altas montañas o en los campos abiertos

llama a los cielos de arriba y a la tierra.

Y ese canto vale más que el llanto de nosotras, las hijas de la tierra

Porque esa pequeña criatura sobrevive en la siguiente y ella en la siguiente

y así hasta el fin de los tiempos cuando el tiempo se cierre.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 8 de noviembre de 2025.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

domingo, 2 de noviembre de 2025

Las horribles y asquerosas escritoras

Soy mujer

un entrañable calor me abriga

cuando el mundo me golpea.

Es el calor de otras mujeres,

de aquellas que hicieron de la vida

este rincón sensible, luchador,

e piel suave y tierno corazón guerrero.

 

Alejandra Pizarnik

 

¡Qué pronto nos convertimos en horribles escritoras cuando narramos las experiencias de las mujeres como experiencias humanas! O quizá la propia experiencia de ser mujeres sea horrible y esa horribilidad se extienda a lo que escriben.

 

Tan horribles deben ser que lanzan mensajes encriptados “Hombres necios que acusáis/a la mujer sin razón/sin ver que sois la ocasión/de lo mismo que culpáis” Porque es horrible ser acusados de algo, sobre todo si esa acusación es realizada por mujeres. ¿Quién se atreve a acusar a los hombres de necios si ellos son la cúspide de la razón, los portadores de la universalidad humana? ¡Ah, las mujeres, esos seres casi inferiores que sienten en lugar de pensar, seres emocionales incapaces del sentido sublime!

 

Las mujeres han imaginado ser hombres. Juana de Ibarbourou (Montevideo 1892-1979) dice: Si yo fuera hombre/qué hartazgo de luna, de sombra y silencio me había de dar!  ¡qué extraño, que loco, /tenaz vagabundo que había de ser! Porque es pavoroso estar anclada a una casa, a la maternidad y a la conyugalidad. Entonces inventan pensando que si fueran hombres… podrían estar solas (lo que es negado a las mujeres), en silencio y más aún, vagabundear por el mundo. ¡Qué horribles! ¡mujeres solas andando en el mundo! ¿qué querrán?

 

Si Sor Juana escogió “necios” como el calificativo exacto para los hombres, Alfonsina Storni (Argentina 1832-1938) los llama pequeñitos. Veamos: Hombre pequeñito, hombre pequeñito/Estuve en tu jaula, hombre pequeñito, hombre pequeñito que jaula me das. / Digo pequeñito porque no me entiendes, / ni me entenderás. Y miren, el siguiente verso lo horrible que es: “hombre pequeñito, te amé media hora, no me pidas más”. Se puede entender que este rechazo vaya directo al orgullo masculino ya que las mujeres han sido pensadas como las adoradoras de los hombres; mujeres contemplativas destinadas al culto al marido. Como religiosas casadas, apartadas del mundo en adoración perpetua a su pequeño Dios del hogar.

 

Gabriela Mistral (Chile 1889-1957)) lanzó un manifiesto contra el destino de princesas de las niñas materializado por Walt Disney: “Yo no quiero que a mi niña/ la vayan a hacer princesa. / Con zapatitos de oro/ ¿cómo juega en las praderas? /” Piensen en los dineros que dejaría de ganar la industria de las niñas princesas ya que dejarían de comprar los cosméticos, las diademas, las zapatillas de aguja de ocho centímetros ¡Eso sí es un verdadero horror!

 

La poeta uruguaya Ida Vitale (Montevideo 1923) dice: “No ser casada en un negocio, / medido en cabras, / sufrir gobierno de parientes/ o legal lapidación/. Y no admitir palabras/ que pongan en la sangre/ limaduras de hierro. / Descubrir por ti misma/ otro ser no previsto/ en el puente de la mirada. / Ser humano y mujer, ni más ni menos. Aquí el horror consiste en que la poeta por sí sola se descubre un ser humano, sin la mediación de ningún hombre, sin que a ella le expliquen qué es, desde fuera de ella misma.

 

A mitad del siglo XX las mujeres se hicieron cada vez más horrorosas. Veamos este poema de Gioconda Belli (Nicaragua 1948) “¿Cómo decirte/ hombre/ que no te necesito? /” Este manifiesto la coloca en la tesitura de otra libertad para las mujeres. No la libertad de los hombres, pensada en relación al amo, al estado. Sino en relación a los hombres, lo que han marcado sus vidas.

 

En México, entre otras, Rosario Castellanos (México 1925-) duda de la cordura de los hombres “Hombrecito, ¿qué quieres hacer con tu cabeza? ¿Atar al mundo, al loco, loco y furioso mundo? / ¿Castrar al potro Dios?” Aquí, la poeta se coloca como la otra sujeta para interpelar al dueño de la razón, al creador de la ilustración, al vencedor de las expediciones, para llamarlo, de frente: loco. ¡Qué atrevimiento horroroso!

 

Rosa María Roffiel (México. 1945) Somos locas rebeldes/locas de estar vivas, / locas maravillosas, estrafalarias, floridas/ Ovejas negras/descarriadas sin remedio, /vergüenza de la familia/piezas de seda fina, /amazonas del asfalto,/,guerrilleras de la vida.

 

Pienso que son horrorosas porque, nada más y nada menos, descolocan a los hombres del centro de la vida de las mujeres. Ellas son su propio centro. Lo cantan, lo poetizan, lo narran, lo viven.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 1 de noviembre de 2025.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

domingo, 26 de octubre de 2025

La pequeña flor del cáncer

Para mis amigas 

que han sido iluminadas

 con el cáncer de mama.

 

Yo no sabía del miedo de vencer a la muerte. No sabía del miedo, porque ese vencer a la muerte, es el miedo. Un punto, me dijeron, tienes un punto que debe ser analizado. Entonces, me reconocí humana, frágil, sin la suficiente entereza para que el cuerpo no se golpeara en cualquier piso. Derrumbada en la mente, en la imaginación, te preguntas qué es esto, cuándo ocurrió, cuándo ese punto se apropió de tus glándulas para expandirse como sed, como alboroto.

 

La vida de fuera es otra vida. Nada ni nadie es lo que era antes. Algún mundo se ha ido cuando pronuncian la palabra cáncer. Vienen las palabras de consuelo, las de valentía, las del coraje. Por un minuto ves las flores pequeñas que van abriéndose paso dentro de tu cuerpo; desconocen el feroz destino que trazan. Estrellas que surcan la noche en que navegará tu cuerpo.

 

Desfalleces, te derrumbas.

 

Dejas de seguir las horas de los días donde está el desayuno, la hora del trabajo, el baño de las niñas, la lectura antes de dormir. Como los toros que matan en la plaza, sientes la arena en la boca, la sangre y la saliva. O como las gallinas que no son responsables de su propia muerte; alguien llega y las mata; las convierte en trozos que después tienen vida propia. Los demás aplauden. Creen en tu valentía mientras tus huesos aspiran a ser pulverizados por el viento. Que esto acabe, que de una vez acabe.

 

Ahora quiero un rincón del mundo, una hora inocente para seguir en la paciencia de la cocina, en el deambular de los pasos guardados, en las cartas que debí escribir. La flor pequeña se abre al cansancio profundo, al desgaste espiritual; a ese desgaste donde solo quiero dormir y dormir. Un desgaste o tristeza, un desgaste o polvo en los ojos, un desgaste de lo que no se oye. Quiero amanecer en el silencio de las cosas, en el umbral de la ventana donde el pájaro sigue cantando con su palpitar misterioso.

 

La palabra que no digo, la palabra que no pronuncian después de decir cáncer, es la más estrujada. Los rostros voltean a otro lado para no despertar a la mujer de seda en que me han convertido.

 

Desde esta luz arrojada por la incertidumbre, se ve claramente el engaño de la prepotencia de lo fatuo, la ilusión de los merecimientos, la sinrazón de caminar todos los días en horarios establecidos. Quieres tomar tu costura para bordar hasta que los dedos se pulvericen; tejer hasta que se hilen todas las puntadas en el silencio de las miradas.

 

Ya no puedo más. Este dolor que me toca apuñala el centro de la carne. Quiero sumirme en la almohada sin rostro, sin recuerdos para no despertar. Las demás te ven, pero tú ya no tienes a dónde mirar. Un desierto azul se apodera de tu mente cuando alguien se acerca y dice telarañas de ti.

 

Tratas de abrir los ojos, de ajustarte los lentes que no tienes. Entonces surge el ángel harapiento con la cara desdoblada y la sombra de la aureola. Camino en un bosque de figuras moradas que caen detrás de mí, se deshacen antes de tocar la arena. Al fondo, una alberca de blancos mecidos se abre a mi deseo, pero la lluvia me ha borrado y no podré llegar. Más allá, la luz se vuelve intensa y hacia ella voy. Es una luz solar, atómica; el centro mismo del fuego. Tengo un vestido blanco largo, largo; vuelo sobre mí misma. Mi madre muerta me toma de la mano y me veo debajo de mí, recostada sobre baldosas. Volamos las dos como si fuéramos una sola. Ella me contiene igual que antes de que ninguna de las dos naciera. Y la madre de la madre, todas contenidas hasta perderse en la lluvia que nos sigue. Volamos dulce y largamente, como quien dice adiós en alabanza.

 

De alguna distancia viene la esperanza. Es apenas un color pequeñísimo, un aroma olvidado por alguien que sueña en un ir y venir. ¿Quién detuvo el camino a la luz? ¿quién me devolvió a este muro? Por un momento has estado en el otro lado; caminando los pasos de luces puras. Recoges tus fragmentos para no saberte trozo de silencio. Devuelves el vestido blanco a la brisa que se adelanta. La madre, la madre abuela desaparecieron.

 

Abro los ojos. Las cosas se delatan en su disfraz de cosas. Es la vida, me dicen, sobreviviste al cáncer. Amanece. Reconozco las caras de mis hijas, de mis hermanas; escucho al perro en su ladrido al cielo. Sonámbula, estoy de nuevo a la intemperie.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 25 de octubre de 2025.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

sábado, 18 de octubre de 2025

Julián Gascón Mercado, a un año de su fallecimiento

Llegamos al nuevo panteón 

y le señalé las tumbas de los

nayaritas distinguidos,

hicimos una Guardia de Honor,

el señor Presidente

y el Gobernador del Estado

.

Julián Gascón Mercado

 

Se cumple un año del fallecimiento del Doctor Julián Gascón Mercado, ocurrido el 12 de octubre de 2024. Mi hija me preguntó cómo había conocido al Doctor Julián Gascón Mercado porque escuchó que a principios del año, me llamó por teléfono para hablarme de la iniciativa de la Rotonda de Nayaritas Ilustres, un proyecto que inició durante su gestión como gobernador, pero no pudo concluir.

 

Recordé que la primera vez que escuché el nombre de Julián Gascón Mercado fue cuando yo estaba en sexto año en la escuela primaria Amado Nervo, porque participé en una tabla gimnástica que se presentó en la toma de posesión como gobernador en el estadio Nicolás Alvarez Ortega el 1 de enero de 1964.

 

Después, en septiembre de 1969, yo tenía 15 años cuando entré a trabajar como secretaria al Gobierno del Estado en la oficina donde se legalizaban los documentos. Era la mecanógrafa que escribía al reverso de los documentos “El que suscribe, Julian Gascón Mercado, Gobernador Constitucional del Estado de Nayarit, certifico que…” enseguida se anotaba el nombre del funcionario público que firmaba el documento, casi siempre eran documentos de la dependencia de educación. En ocasiones, tenía que entrar al despacho del Gobernador para que firmara. Me acababa de inscribir en la Preparatoria de la naciente UNI-NAY.

 

Ese fue mi primer trabajo. No tenía nombre, era solo la señorita secretaria que portaba los documentos y les daba vuelta para que el gobernador los firmara, mientras él atendía otros asuntos. Sin embargo, aún en ese anonimato con que entraba al despacho del Ejecutivo, como la señorita de los documentos, él tenía tres segundos de amabilidad para saludarme.

 

Lo admiré porque es en esos pequeños gestos donde las personas grandes se revelan, cuando humanizan sus miradas y a nosotras, las que éramos parte de la masa trabajadora, nos ven con la dignidad que merecemos. Generalmente los jefes, los superiores no ven a los trabajadores y mucho menos, los saludan; es parte de esa invisibilidad con que pasamos por la vida si somos secretarias, afanadoras, mensajeros. No nos ven poque no contamos como personas, sino que somos asimiladas al mobiliario, a los pisos en los que ellos son los protagonistas.  

 

El Doctor Julián Gascón Mercado era el gobernador, la persona más alta en la investidura de la administración local y aún así tenía el tiempo para saludarme, aún cuando no supiera mi nombre. Esas miradas son intemporales, nos traspasan para vernos desde el futuro que vamos a ser, pero en ese presente nos revisten con esa dignidad que nos empuja a ser lo que vamos a ser.

 

JGM pertenece a los gobernadores que fueron gobernadores para cumplir ideales, no como atestiguaríamos después: al uso del poder para beneficio personal. Prueba de ello, es que, durante su estancia en Tepic, como gobernador de la entidad, ¡rentó una casa! En sus palabras:

 

Cuando nos fuimos a Nayarit, en 1963, a mi toma de posesión como Gobernador, busqué una casa para vivir. Había una construcción en el ejido de Los Fresnos, con buen diseño, y le propuse a la dueña, terminar la casa a cuenta de renta y ella aceptó.

 

La casa tenía cuatro recámaras, sala, comedor y tenía forma de herradura, de tal manera que las recámaras miraban todas al pequeño jardín interior y por la parte de atrás, daban al jardín principal.”

 

Este testimonio se encuentra en el libro Andanzas, publicado por el Hospital de Jesús.

 

En 1984 conversamos en el Hospital de Jesús sobre una parte de su vida y sobre la fundación de la Universidad. Quería indagar más allá de los datos conocidos. La entrevista la terminamos en su casa porque el tiempo de la entrevista se alargó más de lo previsto.

 

Después, en 2014, me llamó para darme la grata noticia de ser distinguida con el premio Trapichillo. Ahora no puedo recordar exactamente lo que dijo, pero lo que sí recuerdo es esa voz esculpiendo el aire. Hay voces con las que nos quedamos y con las que seguimos pensando para nosotras mismas. Voces en las que depositamos esperanza porque ahí están para volverlas a escuchar cuando las necesitamos.

 

En febrero de 2024 el diálogo fue sobre la Rotonda de Nayaritas ilustres que había iniciado en su sexenio. Es, todavía una obra pendiente, que valdría la pena llevar a cabo.

 

Gracias, Doctor Julián Gascón Mercado, por todo lo que hizo. Por sus palabras, por su poesía, por sus gestiones. Por la manera de vernos en esos momentos cuando el futuro es solo una promesa.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 18 de octubre de 2025.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

 

viernes, 17 de octubre de 2025

30 años de la voz colectiva de la Comunidad de Artistas e Intelectuales de Nayarit


CAIN significa la realización de un sueño 

porque surgió de los propios artistas

cuando no había nada.

 

Miguel González Lomelí

 

Nos fuimos encontrando. Nuestros pasos fueron coincidiendo en exposiciones de la Plástica Nayarita, en conferencias en el Museo Regional de Tepic, en las puestas en escena de la Compañía Estatal de Teatro. En las tertulias surgió la idea de agruparnos artistas plásticos, creadores literarios, músicos, directores y actores de teatro, bailarines, actrices, etc.

 

Por esa época, a principios de los años noventa, Nayarit no tenía de fondos para la cultura y las artes. Apenas sobrevivía el Instituto para la Cultura y las Artes de Nayarit, (ICANAY), con raquítico presupuesto. Se carecía, por lo tanto, de apoyos federales para el arte y la cultura. El gobierno estatal, de esa época, mostraba un desprecio hacia el arte y los artistas, no solo porque el gobernador en turno consideraba que era un área de maricones, sino porque en los hechos, carecía de interés alguno para la cultura. Era necesario que quienes trabajábamos en alguna expresión artística nos uniéramos para contrarrestar la deficiente actividad del gobierno estatal.

 

Artistas plásticos, poetas, dramaturgos, bailarinas, escultoras, actores, músicos, promotores culturales, escritoras, fotógrafos, nos unimos. Creamos la Comunidad de Artistas e Intelectuales de Nayarit, conocida por las siglas CAIN e iniciamos un camino de propuestas en las diferentes áreas de la cultura y, sobre todo, nos convertimos en interlocutores de las políticas culturales del Estado.

 

Desde principios de los noventa iniciamos diversas acciones culturales hasta que decidimos constituirnos en una asociación civil. Quienes estamos en el acta de fundación del 20 de febrero de 1995 somos: Abigail Villalobos, Alejandra Camarena Meza, Alejandro Berumen Gómez, Antonio García, Antonio Vargas González, Armando Santacruz Ruiz, Benigno Amezcua Sánchez, Bertha Alicia Villaseñor, Corina Ramírez, Enrique Salvador de Aguinaga Cortés, Esteban Monroy Jiménez, Francisco Javier Ayala Fernández, Francisco Rodríguez Ramos, Gabriela Gutiérrez Ortiz, Gabriela Zepeda García Moreno, Guillermo Arias Camarena, Jorge Enrique González Castillo, Juan Ávila Lamas, Liliana Patricia Gómez Ávila, María de Jesús Arellano Mora, Marta Beatriz Vázquez Árcega, Miguel González Lomelí, Pedro Casant, Raúl Andrés Méndez Lugo, Raúl Manjarrez Lagos, Rodolfo Amezcua del Río, Rosalba Esparza Rodríguez, Rosalina Hernández Magallanes, Saúl Aguilar Orozco y Lourdes Consuelo Pacheco Ladrón de Guevara.

 

En 1995 fuimos a la Ciudad de México a hablar con el Dr. Rafael Tovar y de Teresa a fin de que se destrabaran los procedimientos correspondientes a los fondos federales para la cultura. En 2001 se creó el CECAN, lo cual permitió tener una correspondencia con las instancias federales.

 

Nuestra casa de reuniones fue la Fundación Nayarit creada el 11 de agosto de 1994, por Raúl Méndez Lugo en la calle Lerdo y Zacatecas, en la casa en que nació Antonio Rivas Mercado. La Fundación Nayarit fue el lugar de las reuniones cada lunes; sitio de las bohemias, de las presentaciones de libro, de los performances; el lugar material donde los proyectos tomaban forma gracias a la capacidad de convocatoria de Raúl Méndez.

 

Como colectivo de la cultura iniciamos diversas acciones tendientes a la formación de artistas tales como talleres literarios; los primeros en la entidad. Enfrentamos a poetas-declamadores de la generación anterior quienes sostenían que para escribir poesía se requería inspiración, no talleres. Otras épocas, otros aires.

 

Nuestro medio de expresión fue el suplemento cultural Mololoa, río de letras, el cual pronto se transformó en El Nayar Cultural (1987-1994) del periódico Meridiano y posteriormente, el suplemento Matatipac, Valle de Letras (1994-2005) del periódico Nayarit Opina. A mismo tiempo, editamos la revista Nayar, sociedad, arte cultura (1994-2001).

 

Propusimos la creación del Festival Cultural Amado Nervo al gobernador Antonio Echevarría Domínguez (1999-2005), así como la ampliación del patrimonio cultural de la Entidad. El festival se inició en la gestión de ese gobernador y ahora es la principal actividad cultural donde convergen artistas de diversas expresiones. Se adquirieron dos inmuebles, la ex Casa Aguirre, hoy convertida en el Centro de Arte Contemporáneo “Emilia Ortiz” y el ex Hotel Palacio, que hoy alberga al Museo de los Cinco Pueblos y a las oficinas del propio CECAN.

 

Desde la sociedad civil iniciamos acciones en colonias populares, en parques y jardines, alrededor de fechas emblemáticas como el Solsticio de Verano de cada año, en el cual realizábamos acciones artísticas en las plazas principales de Tepic. En diversos años, lo hicimos en otras localidades. Llevamos a cabo Jardines del Arte en Las Varas, Mexcaltitán, Jauja, y otros.

 

En 1999 iniciamos el Concurso de Poesía Erótica y Amorosa que a la fecha lleva 25 emisiones, en el cual se premia a poetas locales con motivo del Día del Amor y la Amistad. Durante cinco años se llevó a cabo el Concurso de Cuento de Horror y Muerte, que premió narraciones con la temática del Día de Muertos. Todo ello, gracias al apoyo de diversos patrocinadores, entre los cuales, debe resaltarse el apoyo decidido de algunos coordinadores del CECAN y de empresarios privados.

 

Durante 15 años publicamos la Agenda anual de CAIN, de 1997 a 2013, las cuales tenían una temática anual, al mismo tiempo que se publicaban fotos, pinturas y grabados de artistas locales: Cada agenda se dedicó a un tema específico: oficios, juegos y juguetes, la plástica nayarita, dichos y refranes, leyendas locales, recetas de cocina, tradiciones, personajes, fechas históricas de Nayarit y otros.

 

Se publicaron tres colecciones de plaquetas de poesía. La primera Cuadernos de Matatipac, a partir de 1996, con el auspicio del Fondo Nacional para la Cultura (FONCA), resultado de un taller de poesía que impartió el poeta Ricardo Yáñez en Tepic durante un año. Los autores de las poesías fueron: 1 Jorge Souza, Luz que no vuelve; 2 Soltar Amarras. Poesía nayarita de hoy; 3 Miguel González Lomelí, Tema y Variación; 4 Lourdes Pacheco, Ciudad de Agua y de Memoria; 5 Tomás López Villaseñor, Aroma de recreo; 6 Alma Vidal, Los frutos del tiempo; 7 Armando Santa Cruz, Donde el silencio muerde; 8 Catalina Guido Soria, La aguja y otros cuento; 9 Jorge Enrique González Castillo, Eclipse de mar; 10 Barcaza. Voces de un taller.

 

La segunda colección de plaquetas se realizó en vinculación con la Universidad Autónoma de Nayarit; tuvo tres números los cuales correspondieron a Miguel Ángel Delgado con Ejercicios respiratorios; a Martha Vázquez con Luna Gaviota y a la plaqueta colectiva Arrecife, resultado del taller de poesía llevado a cabo por la poeta Carmen Villoro en 2008.

 

La tercera colección se llamó Galletita Dura, la cual se realizó en vinculación con el CECAN; correspondieron a 2003 de Lourdes Pacheco; Especiero de Brisa López; Magia de té de  Catalina Guido Soria; Aire y Piano de Ma. Elena Chávez Barba; Evasión de Emilia Ortiz y Desnudando tus lienzos con palabras de Armando Santa Cruz.

 

También publicamos los libros colectivos Amado multiforme: doce miradas sobre Nervo en 2003, y Visiones críticas sobre Amado Nervo en 2004, con el apoyo de la UAN y del CECAN. Con el sello de CAIN también se publicaron libros de participantes de CAIN.

 

Algunos de quienes firmamos el acta de fundación seguimos activas y otras se han unido en el camino, en particular, Socorro Varela que es nuestra Presidenta, Catalina Guido, América Hernández, Manuel Sauceda, Noel García, Clara Orizaga, Claudia Ibarra y Cassandra Manjarrez. Lamentamos la partida de colegas tan entrañables como Rodolfo Amezcua, Armando Santa Cruz, Carlos Treviño, Alejandro García Vallejo y Gabriela Zepeda.

 

Trabajamos, nos enfrentamos, interactuamos, no sé exactamente la palabra que pueda describir la relación de este grupo de la sociedad civil con el poder, con cuatro gobernadores: Rigoberto Ochoa, Antonio Echevarría Domínguez, Ney González, Roberto Sandoval, Antonio Echevarría García y Miguel Ángel Navarro. Tal vez todas las palabras que dije anteriormente, resumidas en: estuvimos presentes desde la sociedad civil sin convertirnos en poder.

 

Nos apoyamos unos a otras, vimos crecer a nuestros colegas. También los vimos jubilarse de sus trabajos formales, pero no de la acción cultural porque siguen cantando, poetizando, grabando. Hoy otras generaciones de artistas y promotores culturales hacen otros reclamos al Estado, exigen, se plantan en plazas, bailan y tocan para protestar.

 

Nosotras, amigas y amigos de 30 años, empujamos la cultura como generación que fuimos para no quedar mudos ante el árido paisaje; porque pensamos que encontrar una palabra, una melodía, un paso de baile, nos devuelve el azul del cielo, mientras caen los días hasta el fondo.

 

Publicado en Meridiano de Nayarit, Tepic, Nayarit, 9 de octubre de 2025.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

 

domingo, 5 de octubre de 2025

Maíz, eres más que una palabra

Las mazorcas del maíz

 a niñitas se parecen:

en las cañas maternales

 bien prendidas que se mecen

 

Y debajo de la vaina,

como niños escondidos,

con sus dos mil dientes de oro,

 ríen, ríen sin sentido.

 

Gabriela Mistral. Canción del maizal

 

El 29 de septiembre se celebra el Día Nacional del Maíz en México, ¿por qué se llama maíz, en una lengua caribeña cuando el maíz es originario de Mesoamérica? Se llama maíz porque cuando los españoles llegan a América, a lo que hoy es Haití y República Dominicana, se le llamaba mahís, en lengua taina. Después, cuando llegan a lo que hoy es México, existían muchos nombres para este alimento, tlaoli o sintli en náhualt, nal en maya, yuuri en cora o náyare, iku en wixaritari. Entonces, los españoles empiezan a denominarlo con la primera palabra con que lo conocieron y así, de esta manera el nombre maíz se convierte en el que identifica a esta planta.


¿Qué significa la palabra maíz? Significa alimento, sustento. Aunque las diferentes lenguas lo pronuncien diferente, invariablemente su significado profundo es alimento.


En las culturas indígenas, el maíz está asociado a un paraíso primigenio.


El maíz es un regalo de los dioses en diversas culturas de América.


Entre los aztecas, fue Quetzalcóatl quien se transformó en una hormiga negra para llegar al otro lado de la montaña para traer el maíz a los humanos. Sufrió muchos percances, pero finalmente trajo la semilla y el pueblo dejó de alimentarse solo de raíces. El maíz, representa una conexión con los dioses, un regalo de Quetzalcóatl.


En la tradición maya, los dioses intentaron varas veces formar a los seres humanos Primero los hicieron de lodo, pero se deshacían al moverse; después los hicieron de madera, pero eran muy rígidos. Finalmente fueron formados de maíz a partir de mazorcas amarillas y mazorcas blancas. Con maíz crearon, también su corazón para que tuvieran sentimientos.


Entre los wixaritari, existía una época cuando no tenían que sembrar maíz porque simplemente estaba al alcance de la mano. La historia es una narración oral, por lo que se pueden tener diferencias en las versiones. Yo escuché la versión directa de José Benítez, marakame de Zitakua, quien habló de un paraíso de maíz.


Lo más sorprendente del maíz es que no existe en la naturaleza como tal, sino que a partir de la planta de teocintle, los antiguos pueblos de una gran parte de Mesoamérica lograron generar el maíz.

Por ello, el maíz es una planta completamente domesticada; no existe maíz silvestre. Esto señala la relación entre las culturas humanas y esta planta. El maíz se ha producido en comunidad y a su vez, depende de ella.


Hace cerca de cuarenta años, vinieron investigadores a Nayarit, en busca de teocintle, el cual encontraron en laderas de serranías en Amatlán de Cañas, porque el teocintle es la planta silvestre ancestral del maíz. Eran apenas unas espigas con mazorcas muy pequeñas con unas cuantas hileras de granos. A partir de estas pequeñas mazorquitas, se fueron escogiendo las mejores para lograr la planta del maíz, la cual se convirtió en la base de la alimentación de pueblos con culturas portentosas: las ciudades arqueológicas de Teotihuacán, Tula, Palenque, Yaxchilán; todas las esculturas mesoamericanas, mayas; las grandes esculturas Tláloc, el Calendario Azteca, la Coyolxauhqui, las majestuosas cabezas olmecas. Todas tienen detrás de sí, pueblos que se alimentaron de maíz.

En México sería impensable la vida sin el maíz, no solo porque es la base de la alimentación, sino porque alrededor del maíz se realizan las festividades de la vida familiar, colectiva, comunitaria. El maíz está en las fiestas celebratorias y también los momentos de duelo.

Las mujeres conservan conocimientos no sólo de utilizar el maíz sino de conservarlo por largos periodos en las condiciones del medio ambiente local. También el maíz ha conducido a producir los objetos necesarios para su conservación y transformación: carretones para su secado y conservación por largo tiempo, metates, comales. Ha influido en la arquitectura rural y en los utensilios de cocina

El maíz es origen y sustento.  Es regocijo y es remedio para males, ha dado lugar a arquitecturas basadas en el maíz


A partir del maíz se ha generado conocimiento sobre el clima, el medio ambiente, ya que el cultivo ha generado conocer los ciclos de lluvia, las temperaturas, los tipos de suelo, las plagas, etc.

Fue la base de las culturas sedentarias en Mesoamérica. La siembra, muerte de la semilla y renacer de la milpa es la base del pensamiento religioso de un dios que muere para resucitar después.


A partir de los procesos asociados al maíz pueden distinguirse identidades culturales de género: los procesos son de la producción y de la transformación. El primero se ha caracterizado como un ámbito masculino, por lo que corresponde a los hombres. El segundo, es un ámbito genéricamente asignado a las mujeres. Sin embargo, esa división es aparente ya que los usos del maíz por parte de las mujeres introducen modificaciones en el cultivo. Son ellas las que valoran si el maíz tiene suficiente elasticidad, consistencia o sabor. Sus opiniones van influyendo en la selección de variedades por parte de los hombres. Estos priorizan aquellas semillas que tienen más éxito en la cocina. Ambos ámbitos han generado hombres y mujeres de maíz con saberes específicos. 
 
Actualmente, el maíz es un cultivo global. Es el segundo cultivo del mundo después del trigo, el tercero es el arroz. Se siembra en los cinco continentes y es la base alimenticia de gran parte de la población mundial, no solamente en las formas culinarias como se consume en México, sino de manera industrial en harinas y cereales procesados. Se puede decir que está presente en la mesa de habitante mundiales. Lo mismo hemos visto comer elotes en Berlín que en Chile, etc. 
 
Por eso, si los dioses dieron el maíz a los humanos; México ha dado el maíz al mundo. 

Termino con un pequeño poema de mi autoría


Poema a la tortilla


Pequeño y dorado es el maíz

viene de surcos bulliciosos  

para ser acariciado por mujeres

 

Lo palmean entre sus manos hasta que

aparece la luna en el comal.

 

La luna tortilla es la única certeza del amor.

 

Más allá de los infinitos verdes, de los profundos azules,

nacen de la luna tortilla mundos, sublevaciones,

niñas y niños con sus brazos de tierra y de esperanza.

 

Lo que une a las edades es el maíz

Lo que revoca el hambre es el amor.

 

Todos sabemos que la luna tortilla alivia el camino

sosiega los corazones y es la prueba de la existencia.

 

Dicen que las diosas se aman en el infinito verde de las milpas

en las honduras de las cañadas donde jóvenes maíces renacen.

 

Dejemos que una tortilla suave nos sueñe dentro del sueño de la luna.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 4 de octubre de 2025.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

 

 

 

 

 

 

 



[1] Socióloga. Investigadora de la Universidad Autónoma de Nayarit  lpacheco@uan.edu.mx