No solo te albergará la cueva, sino toda la montaña.
No sólo te borrarán de la historia, te quitarán el nombre.
No sólo no te darán derechos, desaparecerán tus huellas.
No ascenderás a la cumbre
ni llegarás a ninguna meta
tuya.
Serás sombra, vaguedad, espectro
sepultada en palabras de vacío.
Y todo por la magia del anillo
de boda.
LP.
Es cierto que
la palabra huelga remite a trabajo. Sólo pueden hacer huelga quienes trabajan, entonces
¿de qué harán huelga las mujeres? ¿por qué el paro del 8 de marzo resulta ser
tan desproporcionado al propio llamado?
Tendríamos que
preguntarnos si las mujeres pueden dejar de hacer todo lo que hacen: despertar
a los niños y niñas, vestirlos, peinarlos, hacer el desayuno, buscar las llaves
del marido, llevar a las criatura a la escuela, dejar al marido en el trabajo y
luego ellas, ir a trabajar. Todo ello, mediado por las palabras suavecitas o
duras como hablan las mamás. ¿Dejarán las abuelas de hacer el caldo de pollo,
la capirotada? ¿las tías dejarán de ir por la sobrina a la guardería? Puede ser
que no dejen de hacerlo porque, efectivamente, el mundo sin lo que hacen las
mujeres, se pararía. Sin embargo, el llamado a la huelga de las mujeres es la
provocación más importante del movimiento feminista contemporáneo.
Las Naciones
Unidas dicen que 250 millones menos de mujeres utilizan el mundo digital. La
brecha se amplía cada vez más y con ello, las desigualdades del acceso a las
plataformas digitales las ubica en un lugar de desventaja.
En todos los
lugares, en todos los ámbitos de trabajo las mujeres estamos en inferioridad.
En Nayarit, en materia de ciencias, ninguna mujer ha ganado el Premio de
Ciencias Básicas, por ejemplo.
Tan sólo pensar
en que las mujeres se detengan, hace detener el mundo. Ellas plantan la vida con
sus pisadas, con sus haceres. Cuando las ideas se fracturan, ellas están ahí
con su cuerpo, con su piel para recuperarnos. Su estar en la tierra es la
presencia misma de la vida. Pero también nos obligan a pensar de otra manera las
teorías que han sido fraguadas para calmar la angustia. Las teorías se hicieron
bajo la premisa de que ahí estaban las mujeres con sus haceres. Por eso es un
reto teorético, epistémico porque aún no sabemos todas las consecuencias de
pensar a las mujeres en un plano diferente al papel de subsidiarias.
El 8 de marzo
las mujeres apoyaremos la huelga de las mujeres. Es necesario que nacer mujer
no sea motivo para lamentarse, ni se tema por la integridad de las niñas cuando
van a la escuela. Es preciso que nacer mujer no te mande a la carencia de poder
ni te orille a maquilar todos los días una vida en la sombra; que nacer mujer
no te expropie los deseos de tener un destino fuera del mandatado por el mundo
sexista. Que nacer mujer no te vacíe la existencia.
Por eso las
mujeres apoyaremos la huelga de las mujeres. Porque queremos estar en el mundo
de otra manera que no sea la vida a medias, carcomida, carentes de derechos,
disminuidas, violentadas.
Socióloga, investigadora de la Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco_1@yahoo.com
Publicado en Nayarit Opina, el 8 de marzo de 2018
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