Por un mundo donde seamos socialmente iguales,
humanamente diferentes y totalmente libres
Rosa Luxemburgo
¿Sabe usted cuántas estatuas y bustos a hombres existen en Nayarit? Alrededor de 82. ¿Sabe cuántas estatuas a mujeres? Una, a Lola Beltrán en Santiago Ixcuintla.
Además de las 76 estatuas dedicadas a hombres concretos, existen monumentos a actividades de los hombres como la del Buzo Ostionero en el Paseo de Aticama; el monumento a los Hijos Ausentes en Ahuacatlán; el Buzo en Bucerías; los Indios, en la glorieta de San José del Valle; el Bombero en la Estación de Bomberos de Tepic; el “Maestro forjador de la Patria” en la Plaza del Maestro en Tepic; el Huichol en la colonia Zitakua; el Soldado en la zona militar, los Héroes de la Revolución en Ixtlán del Río y el monumento en Honor a las Fuerzas Armadas en ¡la Ciudad de las Artes! de Tepic. Tan solo en la capital del Estado, registramos 36 estatuas o bustos a hombres con todo y la de Benito Juárez ya sea que la dejen en la glorieta Juárez o en el Jardín de los Constituyentes.
Existen estatuas con figura femenina, genéricas, no se refieren a mujeres específicas: La Hermana Agua en Tepic que es una estatua de una hermana sexuada y desnuda; la Loca de San Blas, producto turístico y mediático. Desde luego, se tienen cinco estatuas a la madre, en Ahuacatlán, Huajicori, Ruiz, Tuxpan y Tepic. También se tiene la Ángela de la Independencia, semidesnuda en la Avenida Insurgentes de Tepic.
Se repiten las estatuas y bustos de Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Morelos y Emiliano Zapata, entre los más repetidos. También se tienen estatuas a Prisciliano Sánchez (Ahucatlán), a Lázaro Cárdenas (Estancia de Los López), a Eulogio Parra (Ixlán del Río), al Rey Nayar (en Tepic y en El Nayar), a José María Mercado (San Blas), Bibiano Dávalos López, Mateo Castellón Pérez y Adolfo Ruiz Cortínez (San Pedro Lagunillas), Esteban Baca Calderón (Santa María del Oro y Tepic); Antonio Rivas Mercado (Tepic) José Alfredo Jiménez y Germán Jiménez (Santiago, Ixcuintla) y otros.
En Tepic, los Amados Nervos, son dignos de un estudio específico porque lo encontramos en busto en la Universidad Autónoma de Nayarit; de cuerpo completo a la entrada de Tepic; sentado en la Plaza principal y desde luego, un busto en el Museo que lleva su nombre. Además de un busto en el Ejido El Conde. También, en Tepic, se tienen estatuas y bustos a diversos hombres, desde un gobernador (Emilio González), el Papa Juan Pablo II, Francisco Villa, Agustín Lara, hasta el periodista Bernardo Macías Mora, etc.
¿Por qué no existen estatuas a mujeres concretas? Porque los monumentos legitiman el orden del presente a través de la estatuaria que invoca el pasado y en ese pasado no están las mujeres, de acuerdo a la versión de los vencedores. Sí, es una verdad muy conocida la de que la historia la escriben los vencedores por lo que, en este caso, para los hombres vencedores de la visión histórica, las mujeres no han estado en la historia. Las estatuas convierten a las personas en héroes de acuerdo a la visión de quien escribe los hechos y en este caso, la historia de Nayarit ha sido filtrada desde la mirada masculina donde ellos son los protagonistas de la historia y, por lo tanto, los héroes que merecen homenajes y estatuas. Por eso se levantan estatuas entre ellos.
Se llama violencia urbana el déficit de estatuaria femenina porque se hace pensar que las mujeres no tuvieron nada que ver con la construcción del presente. Su único lugar ha sido el de la maternidad. Como se ve, las ciudades no son neutras al género puesto que expresan las relaciones de poder entre mujeres y hombres. Veamos como ejemplo el del magisterio: tradicionalmente, las mujeres forman la mayoría de la planta docente de la educación básica; para el ciclo escolar 2019-2020, de acuerdo a cifras oficiales (estadistica.sepen.gob.mx), un poco más del 70 por ciento de quienes laboran como docentes en la Educación Básica en Nayarit son mujeres; en preescolar el porcentaje de mujeres es del 96 por ciento. Sin embargo, las estatuas del magisterio ¡son para hombres! Existen siete estatuas a maestros tanto en lo que se denomina “Plaza del Maestro” como dentro de la SEP. Ni aún en esa profesión mayoritariamente feminizada ninguna maestra ha merecido una estatua. Ahí están, claramente, las relaciones de poder.
Seguramente dirán: “no hay mujeres importantes”, porque la historia pasada por el filtro de la mirada masculina no ve a las mujeres, además de que lo que ellas hacen, no tiene interés. No obstante la ceguera, ellas estuvieron en la base de lo que hoy es Nayarit.
El año pasado, en el 2020, a través del Colectivo Mujeres en Voz Alta hicimos la propuesta, al Gobierno del Estado, de que se levantaran, al menos, los siguientes monumentos a mujeres, como una mínima justicia restaurativa: 1. Señora Popualtzin, Gobernante de Xalisco a la llegada de los españoles; 2. María Paula de los Santos, en su casa de Tepic se preparó la insurrección indígena que sería encabezada por el Indio Mariano conocido como “Máscara de Oro, en 1800; 3. La Condesa de Miravalle dueña de minas y hacienda en Compostela que dio origen a la colonia Condesa en la Ciudad de México; 4. Las Hermanas Quintero, Francisca y Maclovia Quintero, Victoriana Arroyo y Adelaida y Mariana Castañeda, que encabezaron un movimiento en la fábrica textil de Bellavista, el cual se considera uno de los movimientos más importantes de fines del siglo XIX; 5. Las Cristeras, quienes en la zona del sur, fueron clave para la resistencia cristera; 6. Maestra Rosa Navarro, escribió 67 obras pedagógicas. Su nombre está incluido en el libro Mujeres notables mexicanas; 7. Pintora Emilia Ortiz, única artista nayarita que ha sido integrante del Sistema Nacional de Creadores; 8. Estatua a las enfermeras, como un mínimo reconocimiento a su labor; 9: Estatua a las mujeres Wixaritari; 10. Estatua las mujeres Coras en el Nayar, porque ellas son las que sostienen la tradición cultural desde los márgenes.
También proponemos dos estatuas como memoriales: el primero, levantar una estatua a Ana Cecilia Luisa Dailliez Larguiller, pareja de Amado Nervo, como memorial dedicado a todas las mujeres que han sido negadas y encerradas en su casa hasta la muerte. El segundo memorial estará dedicado a las niñas que han sufrido violencia física y sexual.
Como sociedad organizada no deberíamos permitir una estatua más a las heroicidades masculinas, sino antes bien, realizar una justicia elemental hacia las mujeres ya que las formas estéticas nos permiten recordar y conformar la memoria histórica del pasado y el sentido de vida del presente. Las mujeres hemos estado en los procesos históricos y estamos en el presente, la sociedad no se entendería sin los trabajos de las mujeres.
(Además, se deben abrir averiguaciones para saber el destino de estatuas que desaparecieron de la ciudad de la noche a la mañana: La Estatua de Fray Junípero Serra, elaborada por Emilia Ortiz; la estatua de la Hermana Agua original, que se encontraba al final del parque Juan Escutia, la estatua de la Sirena que se encontraba en el Parque Mololoa, las Estaciones del año de la Alameda Central y la Estatua a la Madre que desapareció en una remodelación del Jardín Azcona. ¿Quién se apropió de estos bienes públicos?)
Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 23 de marzo de 2021.
Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx
Muy oportuno y justo
ResponderEliminartu comentario Lourdes!