Quien no se mueve, no siente sus cadenas
Rosa Luxemburgo
El diputado Luis Enrique Miramontes, ofreció disculpas a la Presidenta Municipal de Tepic, Geraldine Ponce, sin realmente sentirlas. Se ampara en que fue educado en los años setenta, lo que le impide tener un nuevo trato con las mujeres. Las disculpas fueron solicitadas por la diputada Alba Cristal Espinoza, Presidenta del Congreso de Nayarit, de quien reconocemos la intermediación para resolver el conflicto.
Las disculpas obedecen a que el jueves 11 de noviembre, el diputado Miramontes, haciendo uso de la tribuna del Congreso, aseguró que un hombre le ayuda a dirigir el Ayuntamiento a la Presidenta Geraldine Ponce. En su calidad de diputado realizó esa aseveración. En septiembre, el diputado mencionado había denostado a la diputada Selene Cárdenas, de Movimiento Ciudadano, diciendo que eran “diputadas de regalo”.
Como se observa, no es la primera ocasión que ocurren agresiones de Miramontes contra las mujeres que están en el poder. Si en la primera ocasión también se le pidió diera disculpas a la diputada y no lo hizo, podemos entender que no está dispuesto a cambiar las actitudes misóginas con las que se refiere a las mujeres que se encuentran en puestos de poder en la Entidad.
Cierto, se comprometió a tomar un curso, aunque no se dijo qué tipo de curso. El problema estriba en que un curso no cambia la visión misógina de nadie, menos de quien no tiene la decisión de cambiar. Por el contrario, el esquema puede generar un círculo vicioso de la violencia política: 1) se agrede a una mujer en un cargo público; 2) se piden disculpas, 3) se toma un curso y 4) se agrede a otra mujer en un cargo público. La cadena continúa, porque realmente no existe la mínima intención de cambiar la actitud. Ese círculo vicioso ocurre en la violencia familiar.
Geraldine Ponce recibió las disculpas, y al mismo tiempo anunció que interpondrá una denuncia contra las agresiones del diputado. Esto sí puede marcar una diferencia porque la comisión de delitos debe castigarse conforme a las leyes que sancionan la violencia política contra las mujeres. Se debe terminar con la impunidad de quien agrede.
Recordemos el caso del Papa Juan Pablo II, quien después de sufrir una agresión de arma de fuego, fue a visitar a su agresor a la cárcel, le otorgó el perdón personal, pero eso no obvió para que el sujeto pagara el delito cometido. El papa no pidió que fuera absuelto por parte de la justicia italiana.
El delito de violencia política tuvo que ser incorporado a la normatividad debido a los distintos actos que se ejercen contra las mujeres al ser candidatas y al ejercer un cargo. Violencias, como las que hemos presenciado en Nayarit, contra las mujeres en puestos de poder a partir de las elecciones 2021.
Desde 2017 quienes integran el Congreso de Nayarit no tienen fuero, ya que fue eliminado en 2017; por ello, el diputado no puede ampararse en el fuero para cometer delitos, ni tampoco en su educación autoreconocida como de machismo tradicional. Debe terminarse con la impunidad que han gozado los agresores, porque ahora, las mujeres tenemos derecho a estar en el poder y la decisión de ejercerlo.
Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 15 de noviembre de 2021.
Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx