Nunca queremos ver las cosas como son.
Andamos como esos caballos con parches en los ojos
para no ver hacia los lados.
César Gándara. Escafandra
Cuando leí que Palomo asistía al gimnasio de Goyo Cárdenas donde entrenaba a boxeadores, pensé que la novela daría un giro relacionado con el asesino múltiple, conocido como el Estrangulador de Tacuba. Pero no, César Gándara, el autor de la novela, solo utilizó el nombre “por la sonoridad”, sin que tuviera alusión al personaje real, multihomicida, habitante del Palacio de Lecumberri.
Escafandra es una novela de César Gándara sobre la nostalgia. Sí, sobre la nostalgia de los vochos (el nombre mexicanizado con que se reconocía al Volkswagen sedan) y el ambiente alrededor de ese vehículo: el rock, la vida universitaria, el ambiente de las drogas y el trabajo como posibilidad de escala social.
A través de los ojos de Palomo, se recrea el ambiente de la década de los noventa. Es un muchacho deshabitado de relaciones familiares, por lo que los afectos que se le van ofreciendo a lo largo de la vida, los atesora como piedras que le sirven para allanar el camino; los afectos son las huellas que le quedan como historia. Natalio le ofrece refugio en su casa, pero realmente es doña Amelia, quien lo acepta “como parte de la familia” en una relación de afecto/conveniencia alrededor del mercado de la fayuca. Afecto/conveniencia porque lo convierte en su trabajador, pero también se puede leer como una oportunidad de ganarse un lugar en la familia, y en general, en la sociedad.
La fayuca es un negocio informal de gran importancia para la economía puesto que, de acuerdo al INEGI, el 55.8% de los trabajadores en 2021 fueron informales. El negocio de la fayuca, muestra las distintas fortunas que se amasan al amparo de la informalidad y las fidelidades. Porque Palomo tiene que ser fiel a doña Amelia a pesar de que descubre el margen de ganancia que obtiene a sus expensas.
La novela narra también la construcción de masculinidades en el ambiente juvenil alterno a la universidad: masculinidades duras, como la de El Muerto (rockero, admirado por mujeres y hombres, galán de la novela y narcomenudista); masculinidades más reflexivas como la de Palomo o el propio Natalio y las masculinidades absolutas como la de Goyo Cárdenas o Sigfrido, el aspirante a boxeador con quien se mide, boxísticamente, el Palomo.
Escafandra, el vocho dorado que compra a Doña Amelia, se convierte en el símbolo de alcanzar lo que se propone si acepta las reglas del juego y las aplica hábilmente. Se convierte en un observador: de las relaciones ocultas en la casa de Natalio; de la conducta de los compradores en el mercado de fayuca; del juego de las soberbias en el gimnasio; de las violencias entre los jóvenes entre sí; de la seducción y engaño ante las mujeres. Toma distancia del ambiente de las drogas en que poco a poco se mete El Muerto. Aún, toma distancia de sus propios afectos hacia Telma, quien es el prototipo de la joven enamorada de otro que marca un triángulo amoroso.
La novela relata la defensa del honor por la familia. ““Qué serías capaz de hacer por tus seres queridos?” Paso a paso, asistimos a la toma de venganza por las afrentas dentro de códigos de honor/fidelidad, hasta el punto de cometer asesinatos. Puede ser que la novela nos revele el lugar común de la violencia entre pobres, en ambientes sórdidos, pero más allá de eso, es un escenario de motivaciones reales de personajes literarios que están en todas partes.
Por cierto, la novela ocurre en una ciudad que tiene muy cerca la playa y toman Bacanora.
César Gándara es originario de Guaymas, Sonora, actualmente es guionista de cine y conversador generoso. Escafandra es la novela ganadora de la Mención Honorífica del Premio Nacional de Novela Breve “Amado Nervo” del año 2020 de la Universidad Autónoma de Nayarit, editada por Ediciones Del Lirio y la Editorial Alí Chumacero de la propia Universidad. ¡Disfrutable!
Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 30 de mayo de 2022.
Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx