Mi silencio no me protegió.
Tu silencio no te protegerá
Audre Lorde
Tres años han transcurrido desde el 6 de junio de 2019 cuando se reformó la Constitución General de la República para incorporar la obligatoriedad de la paridad en los tres poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; en los tres órdenes de gobierno Federal, Estatal y Municipal y en los organismos autónomos. Sin embargo, el incumplimiento es la norma.
Sólo se registra un caso en el cual se acata la paridad: la postulación de candidaturas para los cargos de elección popular que realizan los partidos políticos. Ese cumplimiento se debe a que en caso de omitirlo, el Instituto Nacional Electoral (INE), simplemente no registra las listas. La amenaza de la sanción ha logrado que los partidos políticos cumplan con candidaturas paritarias.
En el resto de poderes y órdenes se carece de sanciones, lo que no significa que el cumplimiento de la paridad queda a la voluntad de quienes deban cumplirla, sino que las leyes no pueden establecer sanciones para el supuesto de cada conducta omisa, puesto que se trata de mandatos que obligan a las autoridades.
La paridad municipal, por ejemplo, es todavía una aspiración, puesto que a pesar de los avances legislativos en la materia, en el año 2022 solamente el 26% de las presidencias municipales son ocupadas por mujeres de acuerdo a datos de la revista Alcaldes de México. En ello, juega un papel fundamental la violencia política que se ejerce contra las mujeres, tanto las que tratan de ser candidatas como las que llegan a ejercer el poder. El INE puso en marcha una Red de Candidatas para dar seguimiento a los casos de Violencia Política contra las mujeres, lo que señala la magnitud del problema.
Aún más, de acuerdo al Observatorio de Violencias Políticas contra las mujeres, es la violencia física y la digital donde se exacerba la violencia contra las candidatas. Una vez que están en el poder, la violencia en forma de omitir información, retrasarles recursos y evitar, en general, el cumplimiento de su encargo, se registran como las de mayor frecuencia de violencias.
En Nayarit se realizó la armonización de la Constitución Local con la Federal en materia de paridad y se modificaron diversas leyes al respecto. Sin embargo, la integración del Poder Ejecutivo que inició el 19 de septiembre de 2021, se realizó incumpliendo el mandato de paridad, por lo que Mujeres Observadoras de la Paridad de Género en Nayarit (académicas, activistas y organizaciones de la sociedad civil) presentaron un amparo indirecto ante los juzgados de distrito el 7 de octubre del mismo año.
Cinco meses después, el 7 de marzo de 2022, el Juzgado Segundo de Distrito desechó el amparo; lo sobreselló, lo que significa que no entró al fondo del asunto, sino que determinó que quienes interpusimos el amparo no teníamos interés legítimo. Ante eso, se presentó recurso de revisión ante el Tribunal Colegiado de Circuito con sede en Tepic, Nayarit, el cual fue admitido ¡dos meses después! y hasta la fecha estamos esperando la resolución.
Como se observa, los tribunales no son para nada expeditos en materia de justicia hacia las mujeres. Tenemos que seguir los largos trámites que marca el poder judicial para lograr una resolución al respecto. Si nos costó tanto tiempo lograr la reforma constitucional de paridad, ¿cuánto tiempo nos llevará su real implementación? Necesitamos gobiernos que cumplan con la democracia y Tribunales que la garanticen.
Desde que la paridad se elevó a principio constitucional, las mujeres hemos ganado el derecho de participar en la impartición del poder.
Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 6 de junio de 2022.
Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx
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