miércoles, 6 de febrero de 2019

Tepic Literario, de Beatriz Gutiérrez Muller

“Todos los pueblos que quieren merecer el nombre de cultos se afanan cada día más en fundar no sólo nuevas escuelas generadoras de luz, sino también publicaciones periódicas transmisoras de la misma y heraldos de las conquistas debido al progreso y la civilización”, dice Solón Arguello en el primer número de Tepic Literario en 1907 y es como si ese mensaje fuera escrito hoy, 112 años después.

El mensaje está escrito en una revista de Literatura fundada por el Profesor Arguello, porque el profesorado se convertía en la intelectualidad de ese tiempo. Intentaba acercar a los tepiqueños las luces de las letras y con ello, abrir los pensamientos a otra forma de mirar la vida y la sociedad. “Tepic, decimos, carecía sin embargo de un periódico literario…” eso era en 1907 y hoy los blogs de internet, suplen la carencia de suplementos literarios que nacieron y murieron en Tepic en el siglo XX.

Si se lee más allá de lo que dicen los propios artículos, podremos ver las preocupaciones de la época, las vinculaciones entre el comercio y las artes: Las Fábricas de Francia, Gran Almacén de Ropa y Novedades de las familias Chaurand y Donnadieu; El Palacio de Cristal, la Casa que vende más barato de Menchaca Hermanos; los “cuartos decorosamente amueblados y precios módicos de Soledad Ruiz” o la “Cantina 36 Colorado, Supremo Vino Mezcal-Tequila”, de la Esquina Iturbide y Zacatecas.  

Así, van desfilando por la revista, el ritmo de Tepic con sus anuncios del carnaval, los poemas a Juárez en una naciente poética a la Patria, las inundaciones de Mexcaltitán por el Río Santiago, los poemas de Rubén Darío, el concurso de belleza de las señoritas de Tepic, los cuentos escritos exclusivamente para Tepic Literario, alusiones a la Guardia Nacional, la literatura europea Cyrano en España, noticias sobre el conocido literato Amado Nervo, y  ya para el mes de junio se publica la primera imagen: una fotografía de siete señoritas del “Club Rosa”, fotografía de Francisco Herrera.

La literatura de esa época está destinada a decirse en voz alta ante otros oyentes. Ahí tienen sentido las siguientes palabras de los poetas que siempre van de paso:

“Yo persigo por el cielo sin límites una inmensa faja roja, que cruza la Vía Láctea oblicuamente…” (312).

¿Cómo era Tepic en esa época? Solón Arguello dice:

“Tepic, lleno de atractivos por sus numerosas huertas y pintorescos rededores, por la exuberancia de su suelo, por la cultura y caballerosidad de sus honorables vecinos; por la modestia y amabilidad ingénitas unidas a la gracia y belleza de sus hijas; teniendo sus calles alumbradas en las noches por la brillante luz que la ciencia ha puesto en manos de los hombres…”

En la revista de abril se lee:

“El conocido literato Señor Don Amado Nervo, tepiqueño, ha renunciado su alto encargo de Secretario de la Legación de México, que durante algunos años ha desempeñado en Madrid.

Se rumora que será substituido el Sr. Nervo por el Sr. su hermano Rodolfo, que hace poco tiempo presentó exámen de Diplomático”.

Solón Arguello y sus amigos, convierten a las letras en una pedagogía para la democracia:

“Cuando el gusto por las publicaciones amenas y provechosas se difunda por todo el Territorio, se desterrarán muchas preocupaciones, se moralizarán las costumbres y más se amarán y protegerán las ciencias y las artes, se dará impulso al comercio, se desarrollará la industria, nacerá en nuestra espíritu una liberal y cristiana tolerancia y se establecerá una fraternal unión entre todos…”

Da gusto contar con esta publicación, cuidadosamente editada gracias a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Autónoma de Nayarit.

Gracias, por devolverle a Tepic la memoria de esa época, la posibilidad del rescate de los archivos, de los periódicos, que es también una forma de rescatarnos a nosotros mismos a través de las letras, de las voces, de quienes quisieron ver el mundo de otra manera, deslumbrarse con lo inusitado, y con ello abrir el tiempo a lo nuevo.

Solón Arguello escribía versos pero su poema total fue la democracia maderista. Nació Nicaraguense pero murió en México por la patria de todos.

Socióloga, investigadora de la Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco_1@yahoo.com
Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit febrero 6 de 2019.


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