domingo, 28 de mayo de 2017

Tampoco hay democracia

“La tierra es la herencia de los mayores;
en ella reposan los antepasados difuntos.
Ahí, en ese espacio concreto,
 se manifiestan en diversas formas
 las fuerzas superiores;
ahí están las entidades favorables y las maléficas,
a las que hay que propiciar,
los sitios sagrados, los peligros, las referencias”

Guillermo Bonfil Batalla

¿Por qué ningún candidato se refiere a lo indio? Lo indígena sigue considerándose un asunto menor como si fuera una piedra en el zapato o una mercancía por explorar. O se les ve como problema o como producto de exportación. Por eso, el asesinato de los hermanos Miguel y Agustín Vázquez Torres se convierte en un asunto que se deberá volver papel lo más pronto posible.

Se está asesinando a los intelectuales y líderes de los pueblos indios.

Por eso, tampoco hay democracia cuando asesinan a los líderes indígenas que reclaman tierras. No importa si las tierras son de Nayarit o de Jalisco o de Zacatecas. Para los wixaritari el territorio no tiene fronteras o no tiene las fronteras que las escrituras mestizas determinan. Para el pueblo wixaritari la frontera oriente es Wirikuta, la poniente es HaraMara, la norte es Rapawilleme. Otra manera de entender el territorio, la tierra y el mundo próximo y distante.

Miguel Vázquez se había distinguido por su pertenencia al Consejo Regional Wixárika por la Defensa de Wirikuta, en el cual formaba parte de la mesa jurídica. Tuvo que estudiar el derecho mestizo para entender cómo debía defender los derechos de los indios presentes y de los futuros. Además fue parte fundamental en la creación de la Preparatoria Bicultura de la Universidad de Guadalaja, un proyecto largamente incubado y negado por sucesivas administraciones.

Miguel Vázquez era profesor de educación básica. Los profesores se vuelven los intelectuales indígenas porque tienen la distancia suficiente para tomar conciencia de quien son. Por eso, su identidad india es lo primero con que se enfrentan, lo que llevan por delante y lo que les permite atreverse a convocar lo comunitario. Lejos están de perseguir sólo un bienestar individual sino que en los wixárikas es más importante la identidad colectiva, el compromiso generacional que la comodidad individual.

Hace unos cinco años, en la pista de Tuxpan de Bolaños una mujer indígena nos alcanzó. Nos preguntó si éramos maestras de la Universidad de Tepic. Le dijimos que sí. Entonces ella, una mujer de la tradición, encerrada en la serranía del Nayarit-Jalisco, nos pidió le avisáramos cuándo empezaran las inscripciones para la preparatoria. Su hija estaba a punto de terminar la secundaria y ella quería que se fuera a la ciudad a continuar la preparatoria.

La ciudad, ese sitio inalcanzable desde la ruralidad indígena donde fluye el tiempo y su latido indiferente.

Es más fácil comunicarse a Nueva York que a la Sierra del Nayarit. Por eso, establecer una preparatoria bicultural no es solamente la posibilidad de que las jóvenes tengan la oportunidad de continuar los estudios, sino que marca la diferencia entre quedarse atrapada en el destino asignado por el cuerpo-tradición o transitar por el mundo de otra manera. La mujer wixárika lo sabía.

Asesinaron a dos líderes indígenas por ser líderes. Todo se desmorona: las reglas de la democracia, el espejo en que nos vemos todos los días. Se congela el rostro de los candidatos en su permanente bla bla bla, en su insistencia de ser los mejores. En su desesperación por maquillarse con el poder.

Vuelvo el rostro. Somos apenas ese desierto donde dejamos los gritos.


Los líderes indígenas están siendo asesinados por reclamar sus derechos. Esto, no puede ser democracia.

lunes, 22 de mayo de 2017

La ciudadanía utilitaria

“El ejercicio de la mentalidad ampliada
nos desvelaría la naturaleza del mundo
 en la medida en que se trata de un mundo común
 y sería entonces la actividad más importante
 en la que se produce este
compartir-el-mundo-con-los-demás”

Hannah Arendt

Los candidatos a la gubernatura en Nayarit han convertido a la ciudadanía en una ciudadanía utilitaria. Ello consiste en suponer que la ciudadanía persigue como valor supremo sus intereses particulares, en especial el interés económico, por encima de otros valores. Es por ello, que los distintos candidatos se promocionan ante la ciudadanía con propuestas que tienen que ver con el ámbito de interés individual de cada persona.

Quizá el extremo de esta postura sea la del candidato Hilario Ramírez “Layín” puesto que el reparto de dinero que ha realizado como forma de ganar adeptos, sea justamente eso: mostrar que en el fondo a cada persona sólo le interesa el dinero, lo que ocurre en su bolsillo sin importar la procedencia. Sin embargo, este candidato sólo es el lugar de llegada del largo periodo de “entrega de despensas” con que los gobiernos anteriores han caracterizado la relación entre el Estado y la ciudadanía.

 Dar láminas de cartón, pelotas y coches de plástico, despensas de lentejas y arroz, refieren la pobreza de la población a la que se dirigen. Recuerdo un proceso electoral, donde los miembros de una localidad acordaron dar el voto al candidato que cumpliera con llevarles los sacos de cemento y las láminas que les prometió en el recorrido. En esa localidad, todos los votos fueron para un solo candidato para sorpresa de quienes hacemos estudios de cultura política. Lo que exigieron fue que cumpliera antes de la elección, no después.

¿Qué compromisos tiene la ciudadanía con la democracia, las instituciones, los principios y valores de la sociedad? Existen compromisos no utilitarios en las sociedades pero es muy probable que ante la pobreza generalizada, la incertidumbre ante las fuentes de empleo, esos otros valores se dejen de lado. Porque ¿a quién le podrá interesar la convivencia democrática, el bien común, la participación en la vida pública? Suenan a palabras vacías cuando no les damos un contenido, pero pensemos que cada vez que se anuncia una “Alerta Amber”, sobre una niña o niño que desapareció en las calles de Tepic o en cualquier lugar, la democracia se quiebra porque la seguridad de las niñas y niños debería ser un valor supremo de la democracia, debiera ser un indicador de la convivencia a través de la democracia. Tampoco hay democracia cuando ser periodista es una profesión de alto riesgo.

A la ciudadanía utilitaria sólo se le da un papel en el reparto del teatro de la democracia: el momento en que emite el voto, por eso se trata de democracias electorales que se agotan en el mismo proceso de votar. Posteriormente las ciudadanías pasan a la sombra donde permanecerán los siguientes seis años hasta que de nueva cuenta, sean descubiertas por los nuevos candidatos para que desde el fondo de los abismos vuelvan a salir los empobrecidos de la montaña, los esperanzados del campo, y sean fotografiados en los promocionales de los candidatos.

Ellos, los hombres del poder seguirán teniendo los reflectores, las luces, las fincas, el dinero, el rancho, los helicópteros. Puede ser que sus propuestas de generar empleo, impulsar el sector agrario, luchar contra la corrupción, eliminar el corporativismo, les alcance para arrancar el voto de quienes están en la sombra. O puede ser que el día de la jornada se pongan en vigor las compras de voto, las operaciones “tamal”, las “invitaciones” a votar, el espionaje de la lista nominal para asegurar que vayan a votar los comprometidos, esos a quienes se les dio la despensa, la lámina, la tarjeta. Asegurar que vayan a votar y anotarlos en las listas para que después vayan por su pago y por su chamba.

En pleno siglo XXI la democracia como sistema de participación social no ha anclado en Nayarit. Es cierto, es difícil revertir el utilitarismo del voto. Sin embargo, el mundo público debe ser guiado por los principios, derechos, libertades, límites, instituciones establecidos en la utopía democrática.


Publicado en Nayarit Opina, el 18 de mayo de 2017, Tepic, Nayarit.

martes, 16 de mayo de 2017

Tepic, una ciudad para vivir


 Nací en Tepic,
pequeña ciudad de la costa del Pacífico
Esta pequeña ciudad está ubicada
en una región aislada
sin ferrocarril…”

Amado Nervo

La ciudad mexicana de Tepic, capital del estado de Nayarit, en el Pacífico Occidental, se convirtió en emblema de una ciudad armónica. Ante la crisis de modelos urbanos, el ejemplo de Tepic aporta la referencia de una localidad que aprovecha el contexto en que se encuentra y a su vez, incorpora los saberes colectivos de quienes habitan esta localidad.

Para transformar la ciudad fue necesaria una voluntad decidida de gobierno a fin de incorporar un equipo de profesionales de la arquitectura, historia, ingeniería, plástica, arqueología, fotografía, climatólogos, literatos, juristas, músicos, planeadores, teatreros y bailarines. Al lado de ello fue necesaria la intervención de las asociaciones de vecinos de los distintos barrios y colonias quienes aportaron sus saberes desde la construcción de comunidad.

Hoy podemos apreciar una ciudad donde se combinan amplias plazas arboladas e inmensas zonas verdes dentro de conjuntos de vivienda donde predominan los boulevares y las calles floridas. Los diversos equipos de trabajo decidieron respetar la dinámica del valle de Matatipac al construir la ciudad moderna a fin de que la naturaleza marcara el rumbo de la urbanización.

Un ejemplo de ello es la salida a Tepic por el rumbo del sureste. En este lugar se realizó un trabajo de rescate de los vertederos conocidos como Acayapan a fin de revitalizar las fuentes originales de agua. Ello ha dado lugar al inicio de la restauración de La Laguna, una zona pantanosa a donde han vuelto a acudir una diversidad de aves migrantes que causan la maravilla tanto de los habitantes de la ciudad como de expertos que acuden a contemplar la continuidad del agua entre el Río de Tepic y La Laguna.

Una de las principales aportaciones de Tepic al urbanismo globalizado lo constituye  el proyecto denominado Autzima (madre de la lluvia entre los wixaritari). El proyecto consiste en convertir los techos de las viviendas en canales para conservar y limpiar el agua de la lluvia. Para ello, se cambiaron los materiales de techos de viviendas seleccionadas a fin de permitir el deslizamiento de agua con mayor facilidad. En el lugar de la caída se realizaron canales que direccionalizan el agua a depósitos y mantos freáticos y de esa manera se asegura la recarga del agua de la ciudad. Antes del proyecto, Tepic estaba extrayendo agua a 63 metros de profundidad y con este nuevo proyecto la distancia se ha disminuido a 25. Con ello, además, se evita que el agua de las lluvias torrenciales del verano, se pierdan en las cañerías o inunden la ciudad.

Además, la ciudad, al tener 350 días soleados al año, decidió invertir en el desarrollo de energía solar a fin de disminuir el consumo de energía eléctrica. Actualmente, toda la iluminación pública tanto en calles, plazas, centros escolares y oficinas públicas ha sido cambiada a energía solar.

Si usted quiere caminar por la ciudad lo puede hacer ya que las banquetas son suficientemente amplias para permitir los paseos durante la tarde cuando el sol se ha ocultado en el cerro de San Juan. Las ciclovías han cambiado la fisonomía de la ciudad puesto que gran parte de quienes habitan esta ciudad se trasladan en bicicletas individuales y colectivas así como a través del transporte público. Debe decirse que todo el transporte dejó de utilizar gasolina puesto que se produce un compuesto de alcohol a partir de la caña de azúcar como sustituto de la gasolina. Ello ha revitalizado el cultivo de la caña, con el consecuente beneplácito de los agricultores quienes a su vez, producen el “gascohol”

De la transformación de Tepic llama la atención la generación de nuevas relaciones comunales. Quizá ello esté alentado porque cada proyecto sobre los barrios, colonias, rumbos, son consensados entre los pobladores. En cada colonia se ha construido un parque de servicios donde existe un centro cultural, una zona arbolada  y un deportivo, lo que revitaliza las relaciones sociales puesto que existen espacios de recreación para la niñez, la juventud y las personas ancianas. Las calles se han convertido en calles habitables, seguras tanto para las mujeres como para la niñez.

Además, la ciudad ha impulsado diversos festivales: desde encuentros de cocineras tradicionales hasta el prestigiado “Festival de Son, Besos y Versos”, instaurado para celebrar la paz en un entorno de literatura, música y afectos.

El proyecto se está realizando en etapas donde cada administración municipal continúa el proyecto donde lo dejó la administración anterior. Tepic, por ello, se ha convertido en un ejemplo de planeación municipal a largo plazo a donde acuden congresistas, planeadores, urbanistas, de distintas partes del mundo.


Nota: la anterior es una crónica que deberé escribir dentro de veinte años. Hoy desearía que la transformación empezara en las diversas propuestas de quienes desean dirigir los destinos del Ayuntamiento de Tepic.