lunes, 22 de mayo de 2017

La ciudadanía utilitaria

“El ejercicio de la mentalidad ampliada
nos desvelaría la naturaleza del mundo
 en la medida en que se trata de un mundo común
 y sería entonces la actividad más importante
 en la que se produce este
compartir-el-mundo-con-los-demás”

Hannah Arendt

Los candidatos a la gubernatura en Nayarit han convertido a la ciudadanía en una ciudadanía utilitaria. Ello consiste en suponer que la ciudadanía persigue como valor supremo sus intereses particulares, en especial el interés económico, por encima de otros valores. Es por ello, que los distintos candidatos se promocionan ante la ciudadanía con propuestas que tienen que ver con el ámbito de interés individual de cada persona.

Quizá el extremo de esta postura sea la del candidato Hilario Ramírez “Layín” puesto que el reparto de dinero que ha realizado como forma de ganar adeptos, sea justamente eso: mostrar que en el fondo a cada persona sólo le interesa el dinero, lo que ocurre en su bolsillo sin importar la procedencia. Sin embargo, este candidato sólo es el lugar de llegada del largo periodo de “entrega de despensas” con que los gobiernos anteriores han caracterizado la relación entre el Estado y la ciudadanía.

 Dar láminas de cartón, pelotas y coches de plástico, despensas de lentejas y arroz, refieren la pobreza de la población a la que se dirigen. Recuerdo un proceso electoral, donde los miembros de una localidad acordaron dar el voto al candidato que cumpliera con llevarles los sacos de cemento y las láminas que les prometió en el recorrido. En esa localidad, todos los votos fueron para un solo candidato para sorpresa de quienes hacemos estudios de cultura política. Lo que exigieron fue que cumpliera antes de la elección, no después.

¿Qué compromisos tiene la ciudadanía con la democracia, las instituciones, los principios y valores de la sociedad? Existen compromisos no utilitarios en las sociedades pero es muy probable que ante la pobreza generalizada, la incertidumbre ante las fuentes de empleo, esos otros valores se dejen de lado. Porque ¿a quién le podrá interesar la convivencia democrática, el bien común, la participación en la vida pública? Suenan a palabras vacías cuando no les damos un contenido, pero pensemos que cada vez que se anuncia una “Alerta Amber”, sobre una niña o niño que desapareció en las calles de Tepic o en cualquier lugar, la democracia se quiebra porque la seguridad de las niñas y niños debería ser un valor supremo de la democracia, debiera ser un indicador de la convivencia a través de la democracia. Tampoco hay democracia cuando ser periodista es una profesión de alto riesgo.

A la ciudadanía utilitaria sólo se le da un papel en el reparto del teatro de la democracia: el momento en que emite el voto, por eso se trata de democracias electorales que se agotan en el mismo proceso de votar. Posteriormente las ciudadanías pasan a la sombra donde permanecerán los siguientes seis años hasta que de nueva cuenta, sean descubiertas por los nuevos candidatos para que desde el fondo de los abismos vuelvan a salir los empobrecidos de la montaña, los esperanzados del campo, y sean fotografiados en los promocionales de los candidatos.

Ellos, los hombres del poder seguirán teniendo los reflectores, las luces, las fincas, el dinero, el rancho, los helicópteros. Puede ser que sus propuestas de generar empleo, impulsar el sector agrario, luchar contra la corrupción, eliminar el corporativismo, les alcance para arrancar el voto de quienes están en la sombra. O puede ser que el día de la jornada se pongan en vigor las compras de voto, las operaciones “tamal”, las “invitaciones” a votar, el espionaje de la lista nominal para asegurar que vayan a votar los comprometidos, esos a quienes se les dio la despensa, la lámina, la tarjeta. Asegurar que vayan a votar y anotarlos en las listas para que después vayan por su pago y por su chamba.

En pleno siglo XXI la democracia como sistema de participación social no ha anclado en Nayarit. Es cierto, es difícil revertir el utilitarismo del voto. Sin embargo, el mundo público debe ser guiado por los principios, derechos, libertades, límites, instituciones establecidos en la utopía democrática.


Publicado en Nayarit Opina, el 18 de mayo de 2017, Tepic, Nayarit.

1 comentario:

  1. "Ellos, los hombres del poder seguirán teniendo los reflectores, las luces, las fincas, el dinero, el rancho, los helicópteros. Puede ser que sus propuestas de generar empleo, impulsar el sector agrario, luchar contra la corrupción, eliminar el corporativismo, les alcance para arrancar el voto de quienes están en la sombra. O puede ser que el día de la jornada se pongan en vigor las compras de voto, las operaciones “tamal”, las “invitaciones” a votar, el espionaje de la lista nominal para asegurar que vayan a votar los comprometidos, esos a quienes se les dio la despensa, la lámina, la tarjeta. Asegurar que vayan a votar y anotarlos en las listas para que después vayan por su pago y por su chamba"
    Palabras adversas y con toda razón!

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