jueves, 21 de febrero de 2019

Adiós al Licenciado Germán Rodríguez

La generación de la Escuela de Derecho de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) de la que egresé (1971-1976) se llama “Lic. Javier Germán Rodríguez Jiménez” porque  en ello reconocimos a un maestro que no nos enseñó derecho, sino que nos enseñó el sentido de la justicia.

El Licenciado Germán dirigía el Servicio Social de la Escuela a través del cual entendimos el aspecto social del derecho: abogar por quienes no tenían recursos para pedir justicia o para hacer un trámite simple.

Como Rector de la UAN, destacan dos acciones centrales: por una parte, estableció las bases para que la Universidad se condujera dentro de un marco institucional y legal. Para ello, puso orden en las leyes y normas que regulaban la vida universitaria. Todavía recuerdo, que como buen abogado, enviaba las convocatorias para sesión del Consejo Universitario con ocho días de anticipación (con todo y anexos de lo que se discutiría). Cada consejal debía firmar de recibido.

Después de la autonomía (diciembre de 1975), la UNI-NAY se transformó en la UAN, pero seguía operando con la misma Ley Orgánica con que había sido creada como Universidad de Estado en 1969, a la cual sólo se le había suprimido la función del Gobernador de nombrar Rector y presidir el Consejo Universitario. Por ello, el Licenciado Germán promovió la primera Ley Orgánica de la Universidad Autónoma (1985) a partir de la cual creó todo el aparato normativo consecuente, prácticamente diez años después de la autonomía.

También organizó el pago a través de nóminas. Antes de eso, cada director de escuela nos entregaba el dinero en efectivo en un sobre, no siempre el día de la quincena.

En el aspecto político supo establecer contenciones a las fuerzas que trastocaban la vida universitaria. La FECUN (Federación de Catedráticos de la UNI-NAY), dio lugar a la FECUAN, después de la autonomía, lo que a su vez, dio paso al Sindicato de Personal Académico en 1976. En cuanto a los trabajadores administrativos, su organización inició como grupo de empleados, al desaparecer el Instituto de Ciencias y Letras del Estado de Nayarit en 1969 y pasar a formar parte de la Universidad del Estado. Sin embargo, fue después de la autonomía cuando dejaron de ser empleados del Gobierno del Estado. En 1977, se formó el Sindicato de  Empleados y Trabajadores (SETUAN), aún cuando anteriormente hubo diversos intentos de agrupación. Cabe decir, que el Licenciado Germán Rodríguez firmó los primeros contratos colectivos de ambos sindicatos, cuando ya estaba claro el carácter de que a quienes trabajaban en las universidades, no eran ctedráticos ni empleados, sino que les pertenecía el estatus de  trabajadores.

En relación a los estudiantes, la FEUN era una organización de la Preparatoria de Tepic y de la Escuela de Derecho, desde su origen vinculada al PRI, considerada la escuela de cuadros de este partido. Sus dirigentes adquirían su fuerza del exterior, más que del interior en un modelo donde el Estado, después del 68, controlaba las fuerzas políticas que se movían en todos lados. La FEUAN era una organización estudiantil, pero no la única. Existían organizaciones de otras tendencias en las escuelas nacientes: Economía y Agricultura que portaban otras concepciones sobre la representación estudiantil. Ni la FEUAN ni las otras organizaciones tenían fuerza política determinante, ni tampoco concesiones. Serían otros rectores quienes le otorgarían a la FEUAN el monopolio de representar a las autoridades frente a los estudiantes, en un claro trastocamiento del sentido de representación estudiantil.

Al Patronato administrador del 10% destinado a la Universidad, lo convenció no solo con proyectos, sino también con acciones. Supo deslindarse de gobernadores, no caer en la pedantería del poder ni en la fastuosidad.

El Licenciado Germán transformó a la Universidad cuando fue su época, cuando fue Rector. Despúes, ninguna palabra de vituperio contra los actores de la UAN. No tocó a la UAN ni con el pétalo de una crítica.

La otra acción transformadora de la Universidad fue organizar una ruta académica para la institución. El Proyecto de Superación Académica. Un camino para la universidad de excelencia en el interior del país, establecido en 1984 cuando ya había puesto orden en el caos dejado por el periodo 1977-1981, proyectó un nuevo futuro para la universidad a partir de la profesionalización de la docencia y la investigación científica. Recordemos que hubo huelgas y paros permanentes, asesinatos de trabajadores, amenaza a las autoridades, balaceo de edificios, etc.; un triunvirato en la rectoría (Petronilo Díaz Ponce, Jorge Alegría y David Trejo González), intervención de ANUIES, de la SEP, de gobernadores.

Una vez que el Licenciado Germán estableció las condiciones mínimas para trabajar, se establecieron programas de capacitación específicos para que el profesorado normalista o técnico medio tuvieran una licenciatura universitaria. Para organizar la investigación científica no tuvo ningún reparo en contratar a quienes llegábamos de estudiar posgrados para que nos incorporáramos a las nuevas tareas de la Universidad. Contraria a la actitud de otros rectores, entendió que salir a estudiar a otro lugar del país o del extranjero y regresar, le traería beneficios a la institución y a la Entidad.

No peleó con los tiempos, los entendió. Auspició una universidad como una institución de leyes, estrucuras, compromisos sociales. Y eso, establecer las bases desde las raíces, apostar por la legalidad de las instituciones donde hombres y mujeres podamos avanzar hacia otra dimensión de lo humano, es lo que deja huella.


Por ello, le agradezco al Licenciado Germán, haber sido funcionaria en su periodo rectoral en una época donde no se usaba reconocer el talento de las mujeres.  Su claridad para nombrar las cosas, su sentido de la justicia permeó a una generación a la que pertenecemos quienes todavía estamos aquí herederos de sus clases, de sus pasos, de sus palabras.

Socióloga, investigadora de la Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco_1@yahoo.com
Enviado a Nayarit Opina, Tepic, Nayarit febrero 20 de 2019.

miércoles, 6 de febrero de 2019

Tepic Literario, de Beatriz Gutiérrez Muller

“Todos los pueblos que quieren merecer el nombre de cultos se afanan cada día más en fundar no sólo nuevas escuelas generadoras de luz, sino también publicaciones periódicas transmisoras de la misma y heraldos de las conquistas debido al progreso y la civilización”, dice Solón Arguello en el primer número de Tepic Literario en 1907 y es como si ese mensaje fuera escrito hoy, 112 años después.

El mensaje está escrito en una revista de Literatura fundada por el Profesor Arguello, porque el profesorado se convertía en la intelectualidad de ese tiempo. Intentaba acercar a los tepiqueños las luces de las letras y con ello, abrir los pensamientos a otra forma de mirar la vida y la sociedad. “Tepic, decimos, carecía sin embargo de un periódico literario…” eso era en 1907 y hoy los blogs de internet, suplen la carencia de suplementos literarios que nacieron y murieron en Tepic en el siglo XX.

Si se lee más allá de lo que dicen los propios artículos, podremos ver las preocupaciones de la época, las vinculaciones entre el comercio y las artes: Las Fábricas de Francia, Gran Almacén de Ropa y Novedades de las familias Chaurand y Donnadieu; El Palacio de Cristal, la Casa que vende más barato de Menchaca Hermanos; los “cuartos decorosamente amueblados y precios módicos de Soledad Ruiz” o la “Cantina 36 Colorado, Supremo Vino Mezcal-Tequila”, de la Esquina Iturbide y Zacatecas.  

Así, van desfilando por la revista, el ritmo de Tepic con sus anuncios del carnaval, los poemas a Juárez en una naciente poética a la Patria, las inundaciones de Mexcaltitán por el Río Santiago, los poemas de Rubén Darío, el concurso de belleza de las señoritas de Tepic, los cuentos escritos exclusivamente para Tepic Literario, alusiones a la Guardia Nacional, la literatura europea Cyrano en España, noticias sobre el conocido literato Amado Nervo, y  ya para el mes de junio se publica la primera imagen: una fotografía de siete señoritas del “Club Rosa”, fotografía de Francisco Herrera.

La literatura de esa época está destinada a decirse en voz alta ante otros oyentes. Ahí tienen sentido las siguientes palabras de los poetas que siempre van de paso:

“Yo persigo por el cielo sin límites una inmensa faja roja, que cruza la Vía Láctea oblicuamente…” (312).

¿Cómo era Tepic en esa época? Solón Arguello dice:

“Tepic, lleno de atractivos por sus numerosas huertas y pintorescos rededores, por la exuberancia de su suelo, por la cultura y caballerosidad de sus honorables vecinos; por la modestia y amabilidad ingénitas unidas a la gracia y belleza de sus hijas; teniendo sus calles alumbradas en las noches por la brillante luz que la ciencia ha puesto en manos de los hombres…”

En la revista de abril se lee:

“El conocido literato Señor Don Amado Nervo, tepiqueño, ha renunciado su alto encargo de Secretario de la Legación de México, que durante algunos años ha desempeñado en Madrid.

Se rumora que será substituido el Sr. Nervo por el Sr. su hermano Rodolfo, que hace poco tiempo presentó exámen de Diplomático”.

Solón Arguello y sus amigos, convierten a las letras en una pedagogía para la democracia:

“Cuando el gusto por las publicaciones amenas y provechosas se difunda por todo el Territorio, se desterrarán muchas preocupaciones, se moralizarán las costumbres y más se amarán y protegerán las ciencias y las artes, se dará impulso al comercio, se desarrollará la industria, nacerá en nuestra espíritu una liberal y cristiana tolerancia y se establecerá una fraternal unión entre todos…”

Da gusto contar con esta publicación, cuidadosamente editada gracias a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Autónoma de Nayarit.

Gracias, por devolverle a Tepic la memoria de esa época, la posibilidad del rescate de los archivos, de los periódicos, que es también una forma de rescatarnos a nosotros mismos a través de las letras, de las voces, de quienes quisieron ver el mundo de otra manera, deslumbrarse con lo inusitado, y con ello abrir el tiempo a lo nuevo.

Solón Arguello escribía versos pero su poema total fue la democracia maderista. Nació Nicaraguense pero murió en México por la patria de todos.

Socióloga, investigadora de la Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco_1@yahoo.com
Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit febrero 6 de 2019.