jueves, 16 de diciembre de 2021

A modo de prólogo del libro Armonización de la vida laboral y familiar coordinado por Lourdes C. Pacheco Ladrón de Guevara

La incorporación de las mujeres a la universidad es un logro individual y social que muestra avances en las rupturas del techo de cristal. De ahí la importancia de aproximarse a ello con una visión que manteniendo la amplitud y complejidad del enfoque,  permita ahondar en dicotomías significativas presentes en las ideologías y en la vida social. 

 

Cada día que pasa resulta más importante conocer mejor la problemática en torno a la armonización de la vida laboral y vida familiar por parte de las mujeres debido a que ellas soportan el peso de su armonización de ahí la importancia del libro que hoy nos ocupa. Una de ellas es la de la separación estructural e ideológica entre lo público y lo privado que aún se corresponde con lo que en este libro se identifica como el mundo académico y el recinto de lo familiar. El estudio   muestra la importancia de la reflexión sobre la distancia y sus características entre ambos universos donde las académicas se encuentran con puentes o muros por los que transitar. O   en procesos de superar  formas de vida y responsabilidades cotidianas. La investigación se lleva a cabo con rigurosidad en un marco comparativo donde aparecen las valoraciones diferenciadas cuando se examinan las informaciones de las mujeres respecto a los contenidos y habilidades que requiere su trabajo académico. Así como  la lejanía unas veces, ignorancia otras con que se perciben necesidades que emanan de la obligatoriedad del cuidado, ubicado  en el universo de la domesticidad. 

 

El estudio  muestra de manera rigurosa las aproximaciones cuantitativas y cualitativas que aportan una visión amplia  de las situaciones en cada universo. Se muestran  conocimientos individualizados de lo que representa la navegación entre lo  público y lo privado. Y donde a pesar de las dificultades que experimentan las  académicas,  es evidente que las mujeres que han ido entrando en la academia no ha sido coyuntural sino que lo han hecho para quedarse. Esto es muy importante de cara a evaluar su fuerza y lo que pueden conseguir de cara al futuro. 

 

A pesar de las restricciones de la separación ideológica y real de los diferentes contextos los enfoques feministas mantienen el  cuestionamiento  a identificar a las mujeres de manera unitaria con  la domesticidad y el cuidado. De ahí la insistencia de que una vez identificado el problema, es preciso  trabajar la   complementariedad definida y pactada.  Que conlleva  la necesaria transformación de los roles estáticos heredados del pasado. En este sentido el libro enriquece la visión de las mujeres uniendo espacios a través de sus formas efectivas del transitar,  y denunciar  a su vez las  dificultades para ello.  Cada investigación realizada en este campo aporta teoría y prácticas  emancipatorias, características propias de la crítica feminista.

 

 Las investigaciones en las que se apoyan las autoras dejan ver  los entresijos del poder  que informan de lo que muchas veces se plantea como poder cuando en realidad  genera lo contrario.  Algo que sucede cuando se mantiene la dicotomía entre lo privado y lo público o entre el mundo familiar y el de la enseñanza universitaria. Los datos revelan las  realidades  llenas de dificultades para poder responder a demandas institucionales y las que genera la organización familiar.   Para ello el concepto de tensión sirve de marco para el análisis por las distintas manifestaciones que   puede tomar y que aparecen en varios de los análisis. Concepto que  no forma parte de la experiencia general de los académicos. 

El concepto de tensión es amplio. Así puede   ser positiva, negativa, creativa. Cabe resaltar que en varios ejemplos del análisis domina la negativa. Aparece vinculada a las dobles responsabilidades asignadas a las académicas que también deben asumir tareas   vinculadas a los cuidados.  Su pertenencia a dos mundos se manifiestan cuando se afronta la problemática desde una visión amplia y compleja. En muchas situaciones las académicas llevan a cabo sus obligaciones con un coste mayor del que les corresponde a los académicos. 

 

De ahí la importancia que tiene la investigación sobre dos campos que se presentan necesarios y por tanto debieran de ser compatibles y complementarios.  Las investigaciones presentes en el libro ofrecen resultados que muestran directrices sólidas para generar procesos de cambio. 

 

Los estudios realizados combinan panorámicas globales con datos personales, con resultados de diseños estadísticos.  Detrás de todo ello está una visión positiva del lugar de las mujeres en la academia. Sienten y piensan que es su lugar al tiempo que identifican las dificultades y son agudas en sus pronósticos. Son mujeres que saben lo que es la vida universitaria, se han preparado para ella, han adquirido los conocimientos necesarios, aspiran al buen hacer y a la excelencia porque son competitivas a partir del saber, de intereses intelectuales y de responsabilidad social. Es algo que impacta al leer los resultados de cada uno de los capítulos donde  aparecen las tensiones como un elemento clave de sus vidas. Tensiones que en la mayor parte de los casos se presentan como negativas.

 

Se trata de  dicotomías que permanecen más estáticas que los avances que se han ido dado en el acceso a la educación. Las mujeres que protagonizan el estudio son académicas y pertenecen al espacio público y simultáneamente pertenecen al ámbito de lo privado donde la familia mantiene su soberanía. De ahí la presencia de las tensiones entre responsabilidades hacia la familia, el hogar con sus horarios y demandas y la vivencia, la pasión de muchas de las mujeres entrevistadas hacia su trabajo con las demandas de profesionalización que conlleva. El estudio revela tensiones relacionadas con su tiempo cuando aparece comparado con el de los varones en las mismas circunstancias laborales. El tiempo propio por el contrario está mucho más presente en las vidas de los varones.  

 

La investigación realizada muestra a través de sus distintas vertientes que  ciertos cambios que proponen las mujeres  tienen una dimensión social y política; por ello deben verse de manera específica y contextualiza para conocer su complejidad. Esta  ha quedado en muchos casos oscurecida por el  dualismo social entre lo público y lo privado  y por el predominio del primero. Objeto de crítica en la investigación feminista desde el siglo pasado. De ahí la importancia de dar a conocer esta publicación como modelo de investigaciones realizadas desde el feminismo académico. 

 

Teresa del Valle Murga

Catedrática Emérita de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea 

1917 

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