martes, 16 de marzo de 2021

Del muro mental a la valla de acero

Ivonne, Joselyn, Fátima, Victoria, Brenda, Wendy, Paola, 

Berenice, Selene, Esmeralda, Claudia, Evelin, 

Eloísa, Gloria, Cristina, María Elena  

Nombres de mujeres en la valla de acero de Palacio Nacional 8M2021 

La valla de acero muestra el muro mental de un gobierno. Esa voluntad de no entender a las mujeres de otra manera que no sea llamándolas “corazoncitos”. En esa expresión se encierra el único significado que se da a las mujeres: seres domésticos, llenos de amor, encargadas de los niños, dispuestas a sacrificarse por los otros, cuidadoras del sueño de los hombres, admiradoras de sus logros.  

No, el gobierno de la 4T no ha entendido, ni seguramente entenderá, lo que significa el derecho a la igualdad de las mujeres. Su trato hacia las mujeres y sus movimientos son sexistas. Se trata de un sexismo de dos caras: por una parte, el sexismo de los patriarcas donde las mujeres están encerradas en el círculo en que se les ha asignado donde pueden ser lindas, tiernas y dóciles; inteligentes, desde luego. Y, por la otra, el sexismo violento donde los patriarcas deciden la vida y la muerte de las que transgreden el círculo. Al final de cuentas, cuando el primero muestra su inoperancia, se revela la cara real y descarnada de los patriarcas, sus pactos, alianzas y complicidades.

 

Los patriarcas se reconocen entre ellos, aunque sean intelectuales como Andrés Roemer o quienes se equiparan a una de las fuerzas salvajes más emblemáticas, el “Toro” de Félix Salgado. Laicos, o religiosos como Jassón Joaquín García de la Luz del Mundo, o el Padre Maciel de los Legendarios de Cristo; con o sin partido como Cuautémoc Gutiérrez de la Torrre, del PRI, acusado de trata de personas. En todos los lugares, arriba, abajo, en los centros educativos, en los barrios más pobres, en los hoteles de lujo, en el drenaje de la ciudad, en los ríos de los pueblos, en los barrancos de la sierra, en los cañaverales, son tiradas las mujeres asesinadas. 

 

El presidente anda ciego en Palacio. Se golpea contra las paredes del movimiento feminista al cual acusa de estar infiltrado de conservadores; Tropieza cada 8 de marzo con la misma piedra del feminismo que clama: nos queremos vivas ¡justicia! Ve conservadores en la mínima paja de la crítica.

 

El presidente vive sordo en Palacio. Tal vez nadie le ha dicho que, de acuerdo a las cifras oficiales, en México se registran más de 3 000 feminicidios cada año; que 1 de cada 10 feminicidio en México son contra niñas y que el 99% queda impune. No escucha, por tanto, las voces de las madres de las hijas desaparecidas, de las hermanas que claman por justicia, de las amigas que pintan las murallas con los nombres. No escucha los gritos de justicia de las mujeres, porque de las mujeres solo espera que le aplaudan, que le pidan plegarias.

 

En tanto, se solaza en los hombres que poseen a las mujeres, por las buenas o por las malas, porque ese símbolo de virilidad es parte del orden al que pertenece. El muro mental no es gratuito, sino que obedece a esa necesidad masculina de controlar, de disponer. Desde el vértice del poder, solo puede imaginar a otros hombres en sus cúspides desde las cuales se alaban mutuamente o disputan las arenas del poder. Las mujeres no tienen cabida en ello porque deben seguir en casa para enseñar a niñas y niños, ese orden. 

 

El presidente ciego y sordo, va perdiendo cada día la capacidad de empatizar con los movimientos que hoy cimbran la sociedad: empecinado en su propio discurso, deslumbrado por los reflectores de sí mismo, solo puede seguir el camino del solitario de Palacio, mientras fuera, una revolución bulle. 

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 16 de marzo de 2021.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

2 comentarios:

  1. Y pensar que es de sabios corregir o cambiar de opinión. Ojala que el tiempo le alcance. Saludos muy buen articulo.

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  2. Que difícil ha de ser resolver este problema sociocultural producto histórico de miles de años, en menos de un sexenio denominado la 4Transformación. Máxime que el sexismo no es imputable solo al hombre, cuya formación es mayoritariamente por parte de las mujeres madres. Ví un vídeo en el que un grupo de mujeres opinan que los hombres no son sus enemigos y que son corresponsables en la formación de los hijos varones.

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