viernes, 28 de junio de 2024

100 años de la escuela primaria Amado Nervo

A la salida de la Escuela

el día iba subiendo

 mientras los rayos dorados de la vida

subían sin queja.

 

LCPLdG

 

Íbamos a la escuela llevando la infancia a cuestas. En el frontispicio del edificio de la escuela primaria Amado Nervo (AN), en el centro de Tepic, los constructores esculpieron “1924” como huella de su quehacer, pero a nosotras, esa fecha nos quedaba muy lejos. Era la década de los sesenta cuando las niñas íbamos a escuelas de niñas y los niños iban a las suyas.

 

Durante el transcurso de mi educación primaria (1960 a 1966), las maestras se sucedieron con sus voces firmes y sus perfumes suaves:  Guadalupe Zavalza en primer año; Camerina Becerra, en segundo; Angelina Escudero, en tercero y cuarto; Noemí Valle, en quinto y Catalina Romano, en sexto. Las recuerdo precisas, seguras, guapas, inteligentes, con zapatillas; alentadoras de las niñas. Ellas hicieron que tuviéramos horizontes para convertirnos en médicas, maestras, ingenieras, abogadas.

 

De las 9 a las 13 horas estudiábamos Aritmética y Geometría, Lengua Nacional, Escritura, Estudio de la Naturaleza, Geografía, Civismo e Historia. Por la tarde, de 15 a 17 horas nos enseñaban canto y costura. Hacíamos caligrafía y a veces, repasábamos algunas lecciones que quedaban atrasadas. Las niñas éramos encaminadas a tener destrezas que nos servirían en el hogar cuando fuésemos adultas, pero también se nos alentaba para ser profesionistas en otro sentido de la vida. Las maestras eran el ejemplo, el discurso alternativo a las madres que quedaban en casa en su olor a leche hervida.

 

Mis hermanas y yo fuimos parte de la primera generación de alumnas que utilizamos libros de texto gratuitos; esas maravillas impresas donde el Estado mexicano plasmaba la ideología de lo que deseaba para futuros ciudadanos y para las mujeres que formarían hijos para la Patria. Los libros de texto gratuito fueron la primera biblioteca en la mayoría de los hogares mexicanos. Abríamos el libro de lectura de primer año para leer los versos:

 

Yo adoro a mi madre querida,

yo adoro a mi padre también.

Ninguno me quiere en la vida

como ellos me saben querer.

 

quizá el primer poema que niñas y niños de todo el país aprendimos; desde luego de Amado Nervo. Después vendría el poema de Gabriela Mistral:

 

¿En dónde tejemos la ronda

la haremos a orillas del mar?

El mar danzará con mil olas

haciendo una trenza de azahar.

 

Durante el año esperábamos el homenaje luctuoso a Amado Nervo que se llevaba a cabo el 24 de mayo, en el aniversario de la muerte del poeta. El acto central era el de un declamador, quien, de rodillas, declamaba versos de La Amada Inmóvil ante una mujer acostada envuelta en una sábana. Las niñas nos impresionábamos porque a la obscuridad de la noche se agregaba el vuelo de murciélagos que salían de sus escondites para, confundidos, revolotear sobre nuestras cabezas. El acto terminaba cuando todas entonábamos el himno al poeta: “Entonemos un canto al amado/de las musas que al cielo voló…”, el cual era ensayado por el maestro Pablito.

 

El patio era el lugar de socialización. Ahí jugábamos matatena, la cuerda, las encantadas. Ahí también se realizaban los honores a la bandera los lunes; entrenábamos las clases de educación física para el desfile del 20 de noviembre y los bailables para las fechas conmemorativas. En el patio podíamos conversar con muchachas más grandes, que nos abrían la visión del mundo más allá de nuestra edad y, también, ver a las maestras que no nos daban clase y pensar ¿cómo será su trato, su voz modulada, sus gestos?

 

Los salones se sucedían alrededor del patio, los grados escolares se organizaban en el orden de las manecillas del reloj. Iniciábamos primer año a la izquierda y terminábamos en el último salón de la derecha, junto a la puerta.

 

Aprendimos a hacer guardias, a cuidarnos unas a otras. La reja se cerraba, pero siempre había comisiones para que nadie saliera de la escuela en el horario escolar.

 

La maestra del primer año me seleccionó para leer en el homenaje de los lunes. De ahí para adelante, aprendí poemas de memoria para declamarlos en los eventos escolares. Ahí sentí la vibración de poemas como Destino de AN:

 

Destino, dime dónde, cómo, cuándo…

¡Considera que un alma está esperando!

Considera su angustia, considera

todo el desesperar de quien espera.

 

Mis hermanas me escuchaban memorizarlo por la casa y le agregaban: a qué hora, con quién, etc.

 

La infancia transcurrió entre la escuela y el camino a casa. Las compañeritas iban quedando en sus hogares porque nos acompañábamos las que llevábamos el mismo rumbo. Dejábamos que el aroma del pizarrón nos encaminara a casa; la vida se asomaba y la escuela seguía ahí, entre nosotras, como hasta hoy.

 

La escuela se nos convirtió en alas.

 

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 28 de junio de 2024.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

 

domingo, 16 de junio de 2024

Que aquí vivía mi padre

Vine a Comala 

porque me dijeron

que aquí vivía mi padre,

 un tal Pedro Páramo.

 

Juan Rulfo. Pedro Páramo

 

A mi generación le tocó crecer con la frase “le diré a tu padre cuando regrese”, porque teníamos un padre que regresaba del trabajo por la tarde-noche. La frase actuaba más como un conjuro contra las travesuras de esa edad porque, ciertamente, cuando el padre llegaba, el enojo de la madre había pasado y transcurría la cena en ese sedimento de la infancia donde el tiempo nos iluminaba.

 

Un buen número de las madres de la siguiente generación no contamos con esa figura paterna que regresaba por las noches. Fuimos las madres divorciadas, de maternidades asumidas individualmente, de dobles hogares, viudas y de parejas migrantes. Por ello, esa ausencia debió resolverse ante nuestras hijas a partir de las frases “decidí tenerte sola”; “me divorcié por salud mental”; hasta “fue a comprar cigarros y nunca regresó”.

 

Muy pronto se acorta el tiempo y como en Pedro Páramo, la paternidad ausente hiere en el vértice hasta el punto de constituir un grito que no se dice, un ahogo que disuelve la línea y entonces, abrimos las puertas para ahuyentar los secretos de la piel. Nos reinventamos ante nuestras hijas adolescentes y adultas sin detenernos en los umbrales para que ellas abran sus propias atmósferas.

 

En México, de acuerdo con el censo de población y vivienda del INEGI del 2020, 33 de cada 100 hogares son jefaturados por mujeres, lo cual significa 11 y medio millones de mujeres líderes de familia. ¿Dónde están los padres de los hijos e hijas de esos millones de mujeres? Tal vez en Comala con los fantasmas del anochecer; en alta mar como marineros de Ulises; en el desierto con los creyentes de Moisés. O revuelan en otros hogares.

 

Padres presentes o ausentes, los hombres muy poco saben de la crianza humana como colectivo. Esas actividades de crear cachorros humanos se realizan junto al aroma de la cocina, la aguja y el hilo, los arrullos de la tarde, las tareas. No importa si trabajas fuera de casa o no.  Sobre todo, se realiza en la infinita paciencia de adivinar los balbuceos de las criaturas, entender las emociones que expresan los berrinches, esperar a que despierten en el regazo de los juegos.

 

Los padres saben de autoridad, de poder, de privilegio, de supremacía: saben ejercer la dominación y transmitirla. Por eso, en su partida, dejan al hijo mayor para que ejerza la autoridad sobre esposa y hermanas: ¡el niño es el hombre de la casa! el que vigila en nombre del padre, el pequeño padrecito.

 

A veces me pregunto por qué se afirma que existe un instinto maternal (deseo de tener hijos y cuidarlos) y no un instinto paternal. La relación padre-hijo/hija no es por instinto, sino que es una relación social realizada voluntariamente. Las paternidades son escogidas por el padre, fundan genealogías a través de descendencias seleccionadas.

 

Aunque en ello participan los lazos de sangre, no se circunscriben a ellas. El padre tiene que reconocer a quién le otorga el estatus de descendiente.

 

No es usual que las hijas o hijos busquen al padre. En Pedro Páramo, el protagonista, Juan Preciado, va en busca de “Pedro Páramo, el marido de mi madre”. Como se ve, no existe rastro de filiación del hijo al padre porque éste no lo reconoció ni socializó con él, aunque era el hijo legítimo. En cambio, Pedro Páramo sí reconoció a otro hijo, Miguel Páramo, el hijo fuera de matrimonio, pero seleccionado por el cacique para convertirse en el descendiente.

 

Después, Juan Silvestre, lo llama Padre: “que aquí vivía mi padre. Mi madre me lo dijo…” en una alusión a paternidad biológica, a quien engendró.

 

Los padres biológicos quedan en el registro de la memoria como quienes tuvieron una relación con la madre, pero no con los hijos e hijas. Atravesaron las vidas de las madres, pero cerraron tras de sí las puertas de la filiación paterna. Quizá fue un huracán de quien solo queda el recuerdo del estruendo; estruendo convertido en niebla, en dato. Tal vez fue un refugio amoroso de las madres; una manera de conseguir un donador de genes. En ocasiones, es un apellido sin filiación.

 

En esas múltiples formas de fertilización la vida se sigue desdoblando en el secreto de pervivir como revelan los pájaros.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 22 de junio de 2024.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx


 

jueves, 13 de junio de 2024

El mapa de fuerzas políticas en Nayarit

Para llenar este país 

del todo con sonidos

toqué el cuerno,

dispuesto a vivir en el viento venidero

y bajo los tallos ondeantes

 de cualquier procedencia.

 

Ingeborg Bachmann

 

Es cierto que en Nayarit la fuerza política con mayor número de votos es Morena. A nivel de presidencia de la república, en Nayarit, Claudia Sheinbaum obtuvo el 62.47% de votos; Xóchitl Gálvez, 20.82% y Jorge Álvarez Maynes 13.96%. Los porcentajes más altos para CS en todo el país, fueron en Tabasco (80.12%), Oaxaca (76.33%), Guerrero (71.49%) y Chiapas (71.22%). En cambio, donde obtuvo la votación más baja fue en Aguascalientes (42.38%). Nayarit es un estado de votación media para CS.

 

A nivel local, TODAS las 18 diputaciones de mayoría relativa fueron ganadas por la Coalición PVEM-PT-MORENA-FXMN, en tanto que las 12 diputaciones de representación proporcional fueron asignadas una a cada uno de los siguientes partidos: PRI, PVEM, PT, Morena, Partido Nueva Alianza, Partido Movimiento Levántate para Nayarit y al Partido Redes Sociales Progresistas Nayarit. Dos diputaciones se asignaron al PAN y tres, a Movimiento Ciudadano.

 

Nayarit. Diputaciones de mayoría y de representación proporcional. 2024

Partido político o coalición

Mayoría

Representación

proporcional

Total

18

12

Coalición PVEM-PT-MORENA-FXMN

18

 

Movimiento Ciudadano

 

3

PAN

 

2

PRI

 

1

PVEM

 

1

PT

 

1

MORENA

 

1

Nueva Alianza Nayarit

 

1

Movimiento Levántate para Nayarit

 

1

Redes Sociales Progresistas

 

1

Fuente: IEEN, junio 10 de 2024.

 

En cuanto a Presidencias Municipales, la coalición PVEM-PT-MORENA-FXMN obtuvo 14 presidencias municipales de 20. Las otras seis, las obtuvieron: 1 el PVEM (Del Nayar); 1 Movimiento Ciudadano (Amatlán de Cañas); 3 la coalición PAN-PRI-PRD (Jala, Rosamorada y San Blas) y 1 la coalición formada por Nueva Alianza Nayarit y Movimiento Levántate para Nayarit (Ruiz).

 

 Presidencias Municipales 2024

Partido político o coalición

Municipios

Total

20

PVEM-PT-MORENA-FXMN

14

PAN

2

PVEM

2

Movimiento Ciudadano

1

PRI

1

PT

1

Nueva Alianza Nayarit MLN

1

 Fuente: IEEN, junio 10 de 2024. Nayarit.


¿La obtención del triunfo de MORENA de prácticamente, todos los espacios de poder significa la ausencia de conflictos al interior de la gobernanza? De ninguna manera porque al interior del partido MORENA subsisten grupos con intereses diferentes. Lo más probable es que los conflictos se resuelvan al interior del partido, en lugar de enfrentarse como fuerzas antagónicas.

 

En la teoría de la democracia se consideraba que la existencia de un sistema de partido único era propio de regímenes autoritarios (fascista o comunista). En México hemos transitado del régimen de partido casi único a la pluralidad de partidos y, de nuevo, al sistema de partido único (o casi).

 

¿Es posible que un partido único sea democrático? Esa es la pregunta de fondo de la situación actual porque no existen partidos políticos con capacidad competitiva ante el partido MORENA.

 

Lo más probable es que los partidos que estuvieron presentes durante mucho tiempo en la escena política mexicana entren en estado de extinción como ocurre con el PRD.  Sin embargo, lo más probable es que surjan otros partidos, como formas de aglutinar nuevas ciudadanías.

 

Es cierto que en la sociedad contemporánea no son los partidos políticos los únicos mediadores entre la ciudadanía y el Estado. La sociedad se ha complejizado por lo que sería engañoso pensar que la actividad política solo ocurre a través de los partidos políticos. La sociedad es más heterogénea social y estructuralmente, lo cual permite la expresión activa de la diversidad social.

 

Lo que sí debemos reconocer es la importancia de los partidos políticos para llevar a cabo el proceso electoral y, sobre todo, la renovación de las autoridades. Este es un momento crucial donde todo el sistema político se pone a prueba. En México contamos con un sistema de partidos políticos capaz de llevar a cabo esta renovación. Lo más probable es que algunos de ellos no puedan sobrevivir sin actuar en alianza, pero aún esta debilidad es parte de las condiciones del sistema de partidos de México.

 

Quizá el conflicto se ubique en la existencia de una sociedad heterogénea, compleja y dinámica, pero con una sola expresión política uniforme.  

 

¿Tendremos un futuro de pluralismo político? No se ve en el tiempo inmediato, como no lo veían nuestros padres en el largo tiempo del PRI. Parece como si México necesitara al partido fuerte, inamovible, indestructible para llenar este país y sentirlo grande.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 14 de junio de 2024.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

martes, 4 de junio de 2024

Las todas que llegamos

No querer traer sin caos 

portátiles vocablos.

 

Alejandra Pizarnik

 

Tiene razón Claudia Sheinbaum cuando dice que llegamos todas. Porque las todas somos las que llegamos a la universidad como excepción; a la titularidad de los poderes públicos como anomalía; las que salieron del orden tradicional para exigir derechos; las que marcaron un horizonte diferente; las que caminaron en marchas reivindicatorias; las que firmaron desplegados; las que construyeron categorías para pensarnos de otra manera; las que escribieron libros, organizaron comunidades.

 

Las todas enviaron a sus hijas a la escuela, aunque ellas no supieran leer; se opusieron al autoritarismo en sus vidas para construir formas diversas de pensarse en el mundo; fundaron sindicatos; activaron el divorcio como derecho de las mujeres; fundaron escuelas, transmitieron saberes; pugnaron por los derechos político electorales; fueron al encuentro de las otras.

 

Otras todas escriben poesía sobre sí, sobre su cuerpo; narran nuestras historias; hablan con voz propia; salen de sus comunidades dejando huella para las que siguen; organizan colectivas donde se reconocen y acompañan; cantan para fascinar nuestros sueños; ganan maratones; presentan demandas; meten goles; se niegan a tener hijos; deciden vivir otras conyugalidades o ninguna; su maternidad no es sacrificial.

 

Las todas ya habíamos llegado a lugares diferentes de los tradicionales.

 

Se rebelaron ante poderes injustos donde se aprisionaba a las mujeres, por lo que abrieron cerrojos desde la cocina, la academia, las calles, los caballetes, los mercados, la ciencia, el teatro, el parlamento, la arena de boxeo, las letras, los partidos políticos. Hicieron la revolución cultural de las mujeres.

 

Hicimos la revolución cultural de las mujeres desde la convicción de que todo nos pertenece; ganamos posiciones en los múltiples espacios donde se expande la vida.

 

La llegada de una mujer a la Presidencia de la República es un triunfo de las todas; de la larga y empinada lid de las mujeres sufragistas, de las que defendieron los derechos políticos para las mujeres; de quienes nos involucramos en el avance de las cuotas de género y argumentamos por hacer efectiva la paridad en todo.

 

Las todas que llegamos somos quienes pugnamos por una democracia real y sustantiva donde los actos de gobierno sean acordados por mujeres y hombres de forma paritaria en todos los espacios de decisión. Que las mujeres no solo sean beneficiarias del desarrollo, sino sus protagonistas y la agenda feminista se convierta en agenda del poder público, porque es una agenda civilizatoria humana.  

 

Las todas instamos por justicia a las madres de hijas e hijos desaparecidos. Pugnamos por un nuevo sistema de alertas de género que desarticule las estructuras violentas donde mujeres y niñas son socializadas.

 

Las todas afrontamos el autoritarismo donde se ejerza. ¡Que ningún violentador sea funcionario público, ni asambleísta, ni presidente municipal!

 

Las todas propiciamos consensos horizontales para avanzar en la no discriminación de ninguna, de nadie.

 

Las todas hablamos, cantamos y bailamos para persuadir nuestras alas y transformar las condiciones de desigual e injusticia.

 

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 6 de junio de 2024.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx