miércoles, 7 de febrero de 2024

Cuando las mujeres producen ciencia, el mundo mejora

Siempre saqué cero en francés y diez en matemáticas.

Desde pequeña sabía que la ciencia era lo mío

 

Julieta Fierro (astrónoma)

 

Para las investigadoras, académicas, ayudantas

y estudiantas de la UAN

¿Sabía usted que, a nivel mundial, solo el 30% de mujeres son investigadoras? Este es un dato de la UNESCO, quien afirma que las mujeres reciben menos salario que los investigadores. En México, de acuerdo a los datos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), el 38% son mujeres, aunque conforme aumentan los niveles del SNI, disminuye el número de mujeres. Por ejemplo, son apenas el 12% en la categoría III en matemáticas.  También debe decirse que en la aprobación de Investigadoras/es Eméritos de 2022, se reconoció a 38 mujeres de un total de 183 investigadores que fueron reconocidos. 

Esa brecha de género se amplía en cada uno de los niveles debido a diversas circunstancias. Una de ellas es que la actividad de investigación científica se ha pensado como una actividad masculina, de ahí que las mujeres carezcan de ejemplos a los cuáles seguir en el campo de la ciencia. La actividad científica se piensa como un área donde se requiere inteligencias, dedicación, objetividad, etc., lo cual, de acuerdo a estereotipos, se supone que las mujeres carecen.

Cuando las mujeres ingresan a áreas de la ciencia, es común que les encarguen tareas menores, por lo que no siempre lideran proyectos de investigación. La calidad de líder sigue siendo reservada, en su mayoría, a hombres; por lo tanto, son ellos los que encabezan los artículos científicos, acuden a congresos internacionales, reciben patrocinio para sus investigaciones, etc.

Además de lo anterior, las mujeres tienen condiciones que deben tomarse en cuenta para pensar políticas que impulsen a las mujeres a participar en la ciencia. Como se sabe, a las mujeres se les ha asignado la tarea de cuidados a partir de la reproducción biológica, por lo que la maternidad y la conyugalidad se han convertido en dos de las condiciones que impiden a las mujeres dedicar tiempo al trabajo científico. De ahí que se pugne por cambiar los conceptos de maternidad sacrificial por el concepto de crianza humana, donde participen los dos cónyuges y se reconozca la intervención del grupo familiar y servicios estatales en la socialización de niñas y niños.

Naciones Unidas reconoce que las mujeres se encuentran en desiguales condiciones respecto de los varones para dedicarse a la ciencia. De ahí que haya impulsado el día 11 de febrero de cada año como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Con ello se quieren visibilizar las brechas de género e impulsar medidas que logren que cada vez más mujeres ingresen a la ciencia.

¿Por qué es necesaria la participación de las mujeres en la ciencia? Porque la humanidad está desperdiciando el talento de las mujeres, la inteligencia, las preguntas que pueden formular sobre diversos campos del conocimiento. Es muy posible que el ingreso masivo de las mujeres a la ciencia pueda cambiar la manera como vemos el mundo, planteamos problemas y, sobre todo, formulamos soluciones.

Además, es un derecho de las mujeres. Por ese derecho han sido quemadas mujeres en otras épocas, con el estigma de brujas. Otras, han sido excluidas de los reconocimientos de sus propios descubrimientos y otras más, han sido discriminadas negando el reconocimiento de sus méritos.

El largo camino de las mujeres para ser científicas cuenta con decenas de historias de desigualdad. Como ejemplo, basta citar que, en 124 años de entrega de Premio Nobel, éste ha sido entregado al 94% de hombres y al 6% de mujeres.

Por lo tanto, ¡urge no desperdiciar el talento y la inteligencia de la mitad de la población! Porque, cuando las mujeres producen ciencia, se mejora el mundo, el ejemplo es Marie Curie quien inventó el primer aparato de rayos X móvil y con ello salvó la vida de miles de personas. Dedicó su descubrimiento de los rayos X a la mejora de la salud de quien lo necesitara, sin patentarlo.

Publicado en Nayarit Opina, Tepic, Nayarit, 8 de febrero de 2024.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

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