martes, 18 de octubre de 2022

1953: el voto en Nayarit

 La plenitud de derechos políticos para la mujer 

debe de reconocerse por principio,

sin que se pregunte para qué lo solicita,

ni cómo lo va a utilizar.

Es un principio de justicia.

 

Amalia Caballero de Castillo Ledón

 

El 17 de octubre se publicó el decreto del reconocimiento del voto para las mujeres en el Diario Oficial de la Federación. En Nayarit, el gobierno era encabezado por el gobernador José Limón Guzmán (1952-1957), mientras que el Ayuntamiento de Tepic, lo era por Felipe Ibarra Partida (1952-1954). En los comentarios sobre el otorgamiento del voto a las mujeres se encuentra el siguiente de Carlos Alvear Acevedo, publicado en El Nayar, el 21 de octubre de 1953, en la nota titulada “A propósito de Política”:

 

La concesión de los derechos políticos a la mujer no haría de la mujer un ser monstruoso, ni mucho menos. En casi todos los países de Europa y en los Estados Unidos, el derecho político femenino no ha entrañado pérdida de feminidad, ni trastorno social. Han seguido siendo varones los que, por una mayor vocación social, han tenido en sus manos, y siguen teniendo, la dirección de la cosa pública…Quienes pretenden que la política arruinará los hogares, pierden de vista que la política en su sentido estricto solo es ejercida por un reducido número de personas. Y que el hecho de que las mujeres vayan a votar, -lo que no ocurrirá sino muy de vez en vez- no será obstáculo para el cumplimiento de sus deberes de familia” (El Nayar, 21 de octubre de 1953).

 

Como se observa, se pensaba que el voto podría hacer monstruosas a las mujeres, pensamiento que derivaba de la idea de que las mujeres tendrían poder, lo cual era todo lo contrario a la idea de la mujer como madre abnegada. En esa época la feminidad se consideraba sinónimo de candidez, belleza y sumisión. También se pensaba que la política arruinaría los hogares, puesto que las mujeres se integrarían a actividades fuera del hogar. Por ello, el voto estaba circunscrito a “ir a votar”, lo cual no las distraería de sus obligaciones.

 

Sin embargo, no era así puesto que el voto era solo el paso a los derechos políticos de las mujeres, en toda su expresión.

 

Las primeras elecciones a las que acudieron las mujeres nayaritas a las urnas, fueron las que se celebraron el 7 de noviembre de 1954 para elegir al nuevo presidente municipal Alberto Medina Muñoz para el periodo 1955-1957. La noticia del 8 de noviembre de 1954 se titula: “El PRI se adueñó ayer de todo el aparato electoral”. Sobre la participación de las mujeres dice:

 

El sector femenino, en su primera prueba ciudadana, ejerció sus derechos cívicos de manera parcial. Votaron solo las sindicalizadas, y en parte, porque las empleadas del Gobierno no fueron vistas. La mujer aristócrata y de menores recursos económicos, también brilló por su ausencia”.

 

El candidato Álvarez, se presentó a ejercer sus derechos ciudadanos acompañado de sus hijas, María y Celia Álvarez a la casilla 1, instalada en el Portal. Vázquez, votando también las damas” (se trata de Fernando Álvarez Rodríguez, candidato a Diputado).

 

En la número 1 la votación arrojó el siguiente resultado: PRI 477 y PP 1, que emitió una exigente mujer” (El Nayar, 8 de noviembre de 1954).

 

No sabemos quién fue la exigente mujer que votó por el Partido Popular; la nota solo registra este hecho. Es sintomático que precisamente haya sido una mujer la única que votó en contra del partido oficial, lo cual podía alertar al rumbo que podían tomar los votos de las mujeres.

 

La segunda ocasión en que las mujeres nayaritas votaron fue el 3 de noviembre de 1957 para renovar gobernador, diputados locales y ayuntamientos. El único candidato a la gubernatura fue Francisco García Montero (1958-1963), postulado por el PRI, que obviamente, ganó las elecciones. La escueta nota de El Nayar, del 4 de noviembre se titula “Pacíficas elecciones en todo el Estado”, la nota sobre las mujeres ocupa apenas los dos últimos renglones:

 

Los candidatos del PRI fueron ayer ungidos por el pueblo. - Las elecciones para nuevos Gobernador, Diputados locales y Ayuntamientos en el Estado de Nayarit, sucedieron ayer en medio de una tranquilidad inusitada, triunfando en todas partes los candidatos del PRI, único organismo que contendió.

 

Según los informes recibidos en los círculos políticos de esta capital, no se registró un solo incidente, concurriendo el pueblo a ejercer sus derechos en forma pacífica. Las casillas de esta ciudad se vieron funcionar hasta después de las quince horas.

 

El candidato a Gobernador Don Francisco García Montero, se presentó a votar a la casilla de la Plazuela Hidalgo. No pudimos averiguar a qué hora y en qué lugar ejerció sus derechos cívicos el Gobernador Limón Guzmán.

 

El candidato a Alcalde, Ignacio Delgadillo, votó en la casilla de Zacatecas y Juárez. Se registraron votos femeninos; la señora de Saucedo -se sabe- votó por Rafaela Echevarría de Fernández, para Alcaldesa” (El Nayar, 4 de noviembre de 1957). 

 

Esta última información, más que tomarla como una anécdota, rebela la temprana idea de que las mujeres podían formar parte del poder. Por ello, no es de extrañar, que, entre mujeres que se conocían, en este caso, la señora de Saucedo y la señora Echevarría se registre este apoyo: votar por Rafaela Echevarría de Fernández, una persona de prestigio para ocupar la Presidencia Municipal es un acto de visibilización de las mujeres, aunque se tuviera conciencia de que el voto sería anulado. (Nótese como la señora de Saucedo es identificada por el apellido del esposo, sin que se le identifique por su nombre).

 

Así empezaron a votar las mujeres en Nayarit, dentro de la estructura del PRI como partido de Estado, quizá por ello, los votos femeninos fueron incorporados a esa lógica, con tan poco entusiasmo de parte de las mujeres. Sin embargo, en 1953 inició el largo camino de los derechos políticos de las mujeres que aún hoy, no termina de concretarse.

 

Publicado en Meridiano de Nayarit, Tepic, Nayarit, 18 de octubre de 2022.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx

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