domingo, 14 de mayo de 2023

Cigueñas y Quijotes en Alcalá de Henares


Por eso juzgo y discierno 

por cosa cierta y notoria;

 que tiene el amor su gloria

 a las puertas del infierno

 

Cervantes. La Galatea

 

Para Elena y Sebastián, de los cielos madrileños.

 

Llegamos a Alcalá de Henares en las inmediaciones de Madrid en medio de una primavera fría y azul de siete grados. Apenas habían transcurrido dos días de calor que trastocaron este desliz del tiempo entre el invierno y el verano europeo. Desocupado lector, sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro, como hijo del entendimiento fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse. Al bajar del Renfe, una escultura del Quijote marca el inicio de la ciudad donde naciera Miguel de Cervantes en 1547.

 

Tratamos de contar las cigüeñas que, en lo alto de los edificios, habitan los nidos con sus cigüeñales. Miramos el cielo como si aquí, mirarlo sea una forma de dejar de yacer tan bajo en la tierra. Dan de comer a sus críos mientras nosotras seguimos con cámara en mano tratando de atrapar el vuelo furtivo del ir y venir de las cigüeñas ajenas a El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan, y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir de Los trabajos de Persiles y Segismunda.

 

La casa natal de Cervantes es la confluencia de todos los caminos de esta ciudad. Ahí está la escultura icónica de Sancho Panza y don Quijote. El loco y el cuerdo; cuaresma y carnaval; orden y risa; filosofía y apetito. ¿Dos locos, dos cuerdos? Ahí en ese portal, turistas de todas las latitudes se toman selfies, fotos grupales, panorámicas, sabiendo que están ante Batman y Robin; el Gordo y el Flaco; Sherlock Holmes y el Dr. Watson; Dora la exploradora y Botas; Pinky y Cerebro. ¿Qué gigantes? -Aquellos que allí ves, de los brazos largos que los suelen tener algunos de casi dos leguas. -Mire vuestra merced que aquellos que allí se parecen no son gigantes sino molinos de viento y lo que en ellos parecen brazos son las aspas que, volteadas al viento, hacen andar la piedra del molino.

 

Las cigüeñas seguían dibujando en las olas del viento, mientras en la tierra, los quijotes y los sanchos se fugaban de la vida cotidiana para viajar en el mejor corcel, en el mejor poema …y bien haya el que inventó el sueño, capa que cubre todos los humanos pensamientos, manjar que quita el hambre, agua que ahuyenta la sed, fuego que calienta el frío, frío que templa el ardor.

 

Así seguimos cuando llegamos a la Universidad de Alcalá, antecesora de la Complutense de Madrid cuando un evento académico llegaba al final y los brindis y voces de quienes habitamos el siglo XXI resonaban en las viejas paredes erigidas en 1499 cuando América apenas empezaba a entrar en los planes de Dios, pero quizá en los ojos de la reina, en las pesadillas de los navegantes, en las ensoñaciones de las cocineras.

 

En esta universidad estudiaron y enseñaron personas vueltas personajes como Antonio de Nebrija, Ignacio de Loyola, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Francisco de Quevedo y otros. A la entrada están los nombres de quienes han recibido el premio Cervantes, el premio más prestigiado en lengua española. El gusto de ver los nombres de Octavio Paz (1981), Carlos Fuentes (1987), Sergio Pitol (2005), José Emilio Pacheco (2009), Elena Poniatowska (2013) y Fernando del Paso (2015). Ellos, José Emilio Pacheco y Elena Poniatowska, que también pisaron las aulas de nuestra Universidad Autónoma de Nayarit.

 

Dijo un diablo a otro: “Mirad que libro es ese”. Y el diablo le respondió:” Esta es la Segunda parte de la historia de don Quijote de la Mancha…Quitádmelo de ahí -respondió el otro diablo- y metedle en los abismos del infierno, no le vean más mis ojos”. “¿Tan malo es? -respondió el otro”. “Tan malo -replicó el primero- que, si de propósito yo mismo me pusiera a hacerle peor, no acertara”.  

 

Dejamos a Alcalá de Henares, sus cigüeñas, sus quijotes y sus premios cuando el sol empezaba a dormir sobre los olivares. Nos quedan, con estos viajes, los recuerdos del color dorado de los días que vivimos entre libros, entre las hijas, entre quienes amamos y con ellos, fraguamos los sueños que como dice Cervantes, Quijote, Sancho, es con lo que vivimos.

 

Publicado en Meridiano de Nayarit, Tepic, Nayarit, 16 de mayo de 2023.

Socióloga, Universidad Autónoma de Nayarit, correo: lpacheco@uan.edu.mx





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